Precampaña en Francia

Le Pen propone un referéndum sobre la inmigración

La líder ultraderechista aspira a reformar la Constitución para garantizar la primacía de los franceses a la hora de recibir prestaciones sociales

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Marine Le Pen ha entrado en la antesala de lo que será la campaña electoral en Francia con una propuesta estrella en uno de sus campos de batalla que, seguramente, marque posicionamientos del resto de candidaturas para las próximas elecciones. La candidata ultraderechista quiere someter a referéndum un cambio total de las políticas migratorias para que el control de las entradas y las expulsiones sean un principio constitucional que no puedan invalidar las reglas europeas o los tratados internacionales.

El proyecto de ley que prevé someter a los franceses si gana las presidenciales de la próxima primavera «incluirá un plan completo de control de la inmigración», según afirmó ayer en una conferencia de prensa en la que Le Pen presentó su proyecto de ley «sobre la ciudadanía, la identidad y la inmigración» con tres objetivos principales: «El control de los flujos migratorios, la protección de la nacionalidad y de la ciudadanía francesa y la supremacía de la Constitución». Le Pen tiene claro que la inmigración será uno de los ejes fundamentales del próximo mandato presidencial y «es la gran problemática del siglo XXI».

La primera parte de su proyecto establecería la primacía de los franceses a la hora de recibir prestaciones sociales. Los extranjeros solo podrían obtener ayudas familiares tras demostrar cinco años de trabajo regularizado. Los extranjeros que cometieran delitos graves serían expulsados y entrar en Francia de forma irregular pasaría a ser un delito.

Sin embargo, el anuncio de Le Pen llega en un momento nada casual. Lo hace cuando el periodista ultraderechista Éric Zemmour, posible candidato también por el Elíseo, erosiona peligrosamente las intenciones de voto de Le Pen con un discurso aún mucho más radical centrado casi exclusivamente en la lucha contra la inmigración de los árabes musulmanes, que considera «incompatibles con la civilización francesa». Para intentar marcar diferencias con Zemmour, Le Pen pretende presentar soluciones «realistas», es decir «jurídica y políticamente viables y aplicables», y con «una legitimidad democrática incontestable».

Menos visados a magrebíes

Una propuesta que llega el mismo día en que el Gobierno de Macron anuncia que reducirá drásticamente el número de visados que concede a marroquíes, argelinos y tunecinos para que viajen a territorio francés. La medida es una represalia por las reticencias de estos países magrebíes a aceptar la devolución de ciudadanos suyos que se encuentran en situación irregular en Francia.