Polémica

¿Está Rusia saboteando la red de vigilancia submarina de Noruega?

El observatorio noruego se ha visto afectado por interferencias desde el pasado mes de abril, cuando se perdió la conexión entre la red de sensores y la estación de control

p
p La Razón

Noruega posee una red de vigilancia submarina que es capaz de detectar submarinos, LoVe, que consiste en una red de cables y sensores submarinos ubicados en la plataforma continental del país nórdico, un área de interés estratégico tanto para esta región como para Rusia. Pero LoVe, que solo se declaró en pleno funcionamiento en agosto de 2020, ha estado fuera de línea desde su interrupción en abril. Pero el ejército noruego y el Servicio de Seguridad Policial del país están investigando un posible sabotaje por parte del país liderado por Vladimir Putin.

En un comunicado de prensa, Geir Pedersen, el líder del proyecto LoVe, dijo que “algo o alguien ha arrancado cables en áreas periféricas”. Se quitaron más de 2.5 millas de las 40 millas de cables eléctricos y de fibra óptica de LoVe. Y el observatorio se ha visto afectado por interferencias desde, al menos, el pasado mes de abril, según informes del Dagens Naeringsliv. En ese entonces, se perdió la conexión entre la red de sensores y la estación de control en Hovden, en la isla norteña de Langoya.

Con su sistema de vigilancia, que está implementado para monitorear los efectos del cambio climático, que mide las emisiones de metano y las poblaciones de peces, proporcionando a los científicos una transmisión en vivo de imágenes, sonido y otros datos, tanto el ejército como el Servicio de Seguridad Policial del país están analizando la situación. Los datos recopilados por sus sensores se envían primero al Establecimiento de Investigación de Defensa de Noruega (FFI).

Un submarino no tripulado rastreó la causa hasta el Nodo 2, una plataforma de vigilancia a varios metros bajo el agua que fue arrastrad lejos de su ubicación normal. Faltan alrededor de 9,5 toneladas de cable, y se afirmó que era posible que fueran cortados deliberadamente. Pero el daño no pudo haber sido un accidente, pero cualquier embarcación que pudiera haber manipulado los cables podría ser imposible de rastrear porque su transpondedor probablemente estaría apagado.

Vladimir Putin también fue advertido de que no cometiera un “grave error” después de que Estados Unidos dijera que las imágenes satélites de las tropas sugieran que Rusia podría estar planeando invadir Ucrania. La destrucción “imprudente” de uno de sus propios satélites representará un peligro para las actividades espaciales durante años. Así lo indicó el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en una conferencia de prensa en la que confirmó el ensayo militar por parte de Moscú en el que destruyó uno de sus satélites.

Tras el ensayo ruso se ordenó a la tripulación de la estación espacial de siete miembros, cuatro astronautas estadounidenses, un astronauta alemán y dos astronautas rusos, que se refugiaran en sus cápsulas de la nave espacial acopladas durante dos horas después de la prueba como precaución para permitir una salida de emergencia rápida en caso de que fuera necesario. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, consideró un “acto temerario” esta prueba efectuada por Rusia. “Nos ha informado Estados Unidos sobre el test ruso antisatélites que destruyó un satélite como parte de una prueba. Esto ha creado muchos desechos que suponen ahora un riesgo para la Estación Espacial Internacional y también para la Estación Espacial China “, explicó Stoltenberg a la prensa.

Rusia niega esta versión al rechazar que se pusiera en peligro a los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional. Actualmente, los fragmentos atraviesan el campo de observación del S3TSR dos veces al día, pero cuanto más días pasen, más difícil será observar e identificar los fragmentos del satélite, ya que se irán dispersando y separando de su órbita original, aumentando la duración de la ventana de observación.