Reino Unido
Johnson pierde su autoridad entre los diputados «tories» tras sufrir su mayor rebelión parlamentaria
El «premier» británico saca adelante sus medidas contra la última ola de coronavirus gracias a la oposición laborista. Un centenar de diputados conservadores vota contra su Gobierno
Boris Johnson, el político que hace ahora dos años conseguía una aplastante mayoría absoluta y se coronaba cual emperador, ha perdido la autoridad entre sus propias filas. El «premier» se enfrentó este lunes a la mayor rebelión interna desde que se mudó a Downing Street, cuando Westminster tuvo que votar las nuevas medidas impuestas por el Gobierno ante la amenaza de ómicron, una variante que esta misma semana podría convertirse en la dominante en Reino Unido.
A primera hora de la mañana, Johnson se reunía con su Gabinete para advertir a los ministros de que el país se enfrenta a un «gran aumento» de contagios en los próximos días, lo que llevará a un incremento de hospitalizaciones cuando el sistema nacional de salud está ya cerca de su máxima capacidad. Pero eso no calmó las tensiones internas. Las restricciones entrarán en vigor porque cuentan con el apoyo de los laboristas. Pero ningún Gobierno quiere depender de la oposición para sacar sus planes adelante porque ha perdido el control de sus filas. Especialmente, ningún Gobierno con mayoría absoluta.
Coincide además con un momento especialmente delicado para Johnson porque ha visto cómo su popularidad también ha caído en picado por el «Partygate». Los ciudadanos están indignados al saber ahora que, en pleno confinamiento, Downing Street celebró distintas fiestas las Navidades pasadas. Por primera vez, más de la mitad del electorado pide la dimisión del primer ministro.
Las nuevas medidas impuestas ante la amenaza de ómicron se votaban hoy cada una por separado. La nueva regulación que impone ahora mascarillas en la mayoría de los sitios interiores, excepto en pubs y restaurantes pasó sin problemas. Asimismo, los parlamentarios votaron unánimemente para que los que estén vacunados y entren en contacto con casos sospechosos de ómicron ya no tengan que autoaislarse. Eso sí, se «recomienda encarecidamente» que se sometan a test antígenos durante siete días.
Pero la medida más polémica entre las filas «tories» era el pasaporte covid. Los mayores de 18 años tendrán que demostrar a partir de ahora que están completamente vacunados o que se han hecho un test de antígenos negativo si quieren entrar en los sitios de ocio o los que acojan grandes celebraciones. La medida fue aprobada por 369 votos a favor y 126 en contra. Eso son muchos votos en contra del Ejecutivo. Al cierre de esta edición, se estimaba que 98 diputados conservadores se rebelaron.
Los parlamentarios “tories” habían votado previamente otras medidas mucho más restrictivas. El año pasado, en el peor pico de la pandemia, se aprobaron varios confinamientos. Sin embargo, en un país donde las libertades civiles son sagradas, los «tories» consideran que el pasaporte covid es inaceptable. Entre los rebeldes, se encuentra Iain Duncan Smith, el que fuera líder conservador, quien recalcó que esto «podría conducir a controles sociales similares a los de China».
Según las últimas cifras oficiales, en las últimas horas se han registrado 59.610 nuevos casos de covid en Reino Unido aunque el ministro de Sanidad, Sajid Javid, reconoció en la Cámara de los Comunes que el dato real de contagios diarios ronda los 200.000. La variante ómicron está ya presente en el 20% de las infecciones de todo el país y en más del 44% de los casos de Londres.
A fin de hacer frente a la crisis sanitaria, el Gobierno se centra ahora en una carrera contrarreloj para ofrecer la dosis de refuerzo de vacuna a todos los mayores de 18 años antes de que finalice el año, lo que está creando colas de hasta cinco horas en los centros de salud. En esta titánica operación se desplegarán 42 equipos militares para habilitar centros adicionales y unidades móviles.
Con todo, la mayoría de los casos de ómicron son leves, especialmente entre las personas vacunadas, según señaló la doctora Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica, quien compareció ayer por videoconferencia ante el Comité de Ciencia y Tecnología de los Comunes.
La médica subrayó que está de acuerdo con un nuevo estudio hecho por el Consejo de Investigación Médica de Suráfrica, que ha sugerido que la ola de ómicron puede ser un 29% menos severa que la primera que afectó al país el año pasado. Coetzee resaltó que su país «no tiene todas las respuestas», pero que la situación clínica apunta a que la mayoría de la gente infectada con ómicron sufre una forma leve de la enfermedad.
A partir de mañana, Reino Unido retirará a todos los países de su lista roja de destinos de riesgo al considerar que esa medida ha perdido efectividad para ralentizar la expansión de la variante ómicron del coronavirus.
El ministro de Sanidad indicó en el Parlamento que se mantendrá, sin embargo, la obligación de someterse a un test para detectar cualquier contagio de coronavirus antes y después de viajar al Reino Unido. El Gobierno británico había incorporado a su lista roja en las últimas semanas a once países africanos, entre ellos Sudáfrica, Nigeria y Mozambique. Esa medida vetaba la entrada a viajeros sin nacionalidad o residencia británica, y obligaba a los que podrían regresar a Reino Unido a mantener una cuarentena de diez días en un hotel.
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