Presidenciales históricas

Boric o Kast: los chilenos ante las elecciones más importantes de los últimos 30 años

Hoy se define el futuro de Chile. Hablamos con los votantes de los dos candidatos presidenciales diametralmente opuestos

Los candidatos a la presidencia de Chile, el ultraderechista José Antonio Kast, del Partido Republicano, y el ex líder estudiantil de izquierda Gabriel Boric, del Frente Amplio, en un debate presidencial
Los candidatos a la presidencia de Chile, el ultraderechista José Antonio Kast, del Partido Republicano, y el ex líder estudiantil de izquierda Gabriel Boric, del Frente Amplio, en un debate presidencialElvis GonzálezAgencia EFE

Las percepciones y modelos de país es lo que separa diametralmente a los votantes de Gabriel Boric, candidato presidencial de Apruebo Dignidad y José Antonio Kast, representante del Partido Republicano. Y es que esta elección, que muchos catalogan como la más importante de Chile en los últimos 30 años, ha sido polémica y reñida. De hecho en la primera vuelta los dos candidatos obtuvieron muy poca diferencia entre ellos: 28%, Kast y 26%, Boric.

Resultados presidenciales Chile, primera vuelta
Resultados presidenciales Chile, primera vueltaTeresa Gallardo

Han sido meses de ardua campaña para las coaliciones, meses de polémicas y un giro hacia el centro para los aspirantes a La Moneda. Ambos han moderado sus posturas tratando de captar un voto indeciso que aún puede rescatarse. En lo concreto,Gabriel Boric convocó a los equipos programáticos de las candidaturas de Marco Enríquez-Ominami y Yasna Provoste, ambos candidatos de centro izquierda en la primera vuelta, para que, en conjunto, puedan fortalecer la propuesta de gobierno del representante de Apruebo Dignidad.

“La invitación a estos equipos programáticos ha sido a definir un camino común para un plan de recuperación económica, en los nuevos sistemas de pensiones y de salud, y en la reforma tributaria que recaude los recursos para financiar sosteniblemente estas mejoras sociales”, consignan en su esquema de gobierno.

El representante del Partido Republicano, José Antonio Kast, señala dentro de su propuesta programática que, pese a que muchos criticaron algunas ideas expuestas en primera vuelta, recogieron todas esas inquietudes y robustecieron la promesa de gobierno de cara a las elecciones de este domingo 19 de diciembre. “Dijimos que era perfectible y hemos procurado no sólo corregir sus errores, si no que enriquecerlo con ideas y propuestas de los candidatos, partidos e independientes que se han unido a esta gran mayoría por la paz, la justicia y el progreso”.

Voto a voto

Para la empresaria Paula Cabezas (64 años) hoy se define el futuro del país. Un futuro tan opuesto como libertad, paz y seguridad versus destrucción, miseria e inestabilidad. “El programa de gobierno de José Antonio Kast es acorde a lo que ha manifestado desde siempre, nos da la posibilidad de recuperar la paz, seguridad, economía y mantener nuestra soberanía, en definitiva, recuperar la estabilidad perdida”, confiesa.

Uno de los principales motivos por los que muchos se han inclinado por la opción que entrega la coalición de José Antonio Kast son sus promesas de disminuir los niveles de delincuencia, regular la inmigración ilegal, que sobre todo en el norte del país ha causado estragos, combatir el narcotráfico y pacificar la macro zona sur donde el conflicto Mapuche ha dejado muertes y caos.

“Este candidato ha sido el único que se ha atrevido a decir que combatirá el terrorismo y narcotráfico en nuestro país, como también se ha manifestado en querer acabar con la corrupción inserta en los distintos poderes”, dice convencida Paula Cabezas.

En la vereda contraria se encuentra el licenciado en Relaciones Internacionales Álvaro Merinao (31 años) que asegura que la opción que ofrece Gabriel Boric está mucho más centrada en las necesidades concretas de sus compatriotas. “Tiene una buena lectura sobre los problemas de Chile y su gente. Entiende que hay temas que deben ser tocados hoy, como medioambiente, pensiones y salud. Nuestro país tiene un problema grave de desigualdad y necesita ser intervenido ahora antes que cause nuevas rupturas sociales. Creo en el proyecto de Apruebo Dignidad y en la importancia que le dan al feminismo y al respeto irrestricto de los Derechos Humanos dentro de su agenda”, explica.

Para la votante de José Antonio Kast el panorama está más que claro. No se siente representada por un candidato que siendo parte del Congreso –Boric es Diputado de la República hace casi ocho años– y habiendo podido trabajar por los problemas reales de la gente fue incapaz de hacerlo de manera eficiente. “Hoy promete todos los cambios, de los cuales nunca se preocupó, como salud, educación, vivienda, etc. Es un fiel protector de los terroristas insertos en La Araucanía (…) es comunista y el comunismo no se reconoce por otra cosa a nivel mundial que no sea por destrucción y miseria, y es como estamos viendo a Chile hoy”.

Un “peligro”

En tanto, como un “peligro” califica Marinao a José Antonio Kast porque representa un retroceso en muchos aspectos en los que Chile ha avanzado durante los últimos años siendo un candidato que pretende gobernar bajo sus creencias valóricas y religiosas antes que por el bien transversal de los chilenos. “Es un hombre que no busca acuerdos, sino imponer sus posturas mediante fake news, no creo que tenga realmente un proyecto político ni mucho menos que pueda gobernar con estabilidad y paz nuestro país”.

Marinao concluye asegurando que quien salga elegido no tendrá un gobierno fácil, “pero la diferencia es que Boric está abierto a encontrar acuerdos con gente que piensa diferente, estoy seguro que tiene la capacidad de articular buenas políticas para el país e ir sumando buenas ideas de otros sectores”.

Por último Paula Cabezas confiesa que el escenario es incierto y los resultados pueden sorprender este domingo, pero confía en que existe un voto silencioso de aquellos que no se atreven a decir que están de lado José Antonio Kast por temor a represalias. “Dios quiera que no tengamos un gobierno comunista, lo que sería literalmente una dictadura dura”, concluye.