Protestas

Hong Kong elimina el ultimo recuerdo de la matanza de Tiananmen, el “Pilar de la vergüenza”

La presión de Pekín para reforzar su control ha hecho mella, lo que ha llevado a desmantelar la torre de ocho metros pintada de naranja y rojo de cuerpos desnudos que se retuercen en agonía

Una vista de la escultura en la Universidad de Hong Kong
Una vista de la escultura en la Universidad de Hong KongJEROME FAVREEFE

La presión de Pekín para reforzar su control sobre Hong Kong ha hecho mella. Finalmente se ha desalojado del patio de la Universidad de Hong Kongel único gran monumento conocido en suelo chino que conmemora a las víctimas de la plaza de Tiananmen, El pilar de la vergüenza, una torre de ocho metros pintada de naranja y rojo de cuerpos desnudos que se retuercen en agonía, ha sido desmantelado.

La escultura, obra del danés Jens Galschiøt, era uno de los pocos monumentos conmemorativos públicos que quedaban en el territorio para recordar la sangrienta represión, tema tabú en la China continental, donde está prohibido señalarse públicamente. Se encontraba en el campus de la Universidad de Hong Kong (HKU) desde 1997, año en que la ciudad fue devuelta a China.

En vísperas de navidad y a altas horas de la madrugada del miércoles, el personal de la universidad recurrió a planchas del suelo al techo y a barreras de plástico para proteger la estatua de la vista, para más tarde ser levantada con una grúa y transportada a un contenedor.

Estos dos últimos años han estado marcados por los numerosos intentos del gobierno hongkonés de anular las conmemoraciones de la masacre: cerraron el museo del 4 de junio y confiscaron sus colecciones, prohibieron los memoriales e incluso han eliminado las menciones del acontecimiento de los libros de texto. Sin embargo, la Columna se mantuvo firme, resistiendo el deseo de Pekín de borrar este sangriento pasado de la memoria colectiva de la ex colonia británica. No obstante, esto terminó en octubre de 2021, cuando la universidad anunció que se retiraría indefinidamente.

La Universidad ordenó la retirada definitiva de la escultura hace dos meses, una pieza que presenta 50 rostros angustiados y cuerpos torturados apilados unos sobre otros y que conmemora a los manifestantes prodemocráticos asesinados por las tropas chinas en torno a la plaza de Tiananmen el 4 de junio de 1989.

La petición del desmantelamiento de la obra de arte suscitó la protesta de grupos de defensa de derechos humanos, incluso el bufete de abogados internacional Mayer Brown renunció a representar a la universidad en este asunto.

Antes del anuncio, el autor envió un mensaje de correo electrónico a sus seguidores en el que les animaba a “documentar todo lo que ocurra con la escultura”. “Hemos hecho todo lo posible para convencer a la HKU de que nos gustaría mucho recoger la escultura y llevarla a Dinamarca”, aseguraba.

“Su creación en 1997 fue una pieza clave para la libertad en Hong Kong; su destrucción en 2021 supondría una lápida”, aseguró Samuel Chu, presidente de la Campaña por Hong Kong.

Durante 30 años Hong Kong ha celebrado una vigilia con velas que ha atraído a decenas de miles de personas. Con sus lemas a favor de la democracia y el fin del régimen de partido único en China,el acto fue un símbolo de las libertades políticas que se disfrutaban en la antigua colonia británica. Las autoridades prohibieron las dos últimas vigilias, alegando problemas de pandemia y de seguridad.

La voz de la disidencia en Hong Kong ha ido desapareciendo lentamente desde la aplicación de la llamada Ley de Seguridad Nacional el 1 de julio de 2020, que permite a las autoridades detener a cualquier persona bajo la acusación de ser una “amenaza para la estabilidad de la nación”. Los medios de comunicación prodemocráticos han sido silenciados. La mayoría de los activistas a favor de la democracia han sido detenidos, han huido al extranjero, o se mantienen lo más discretos posible para evitar el castigo, que incluye la prisión.