Análisis

Maduro bajo la lupa de la Corte Penal Internacional

El hecho de que la CPI ya esté trabajando en Venezuela resulta esperanzador

Nicolas maduro
Nicolas maduroAriana CubillosAgencia AP

Dicen que la justicia tarda pero llega. Probablemente, en el caso de Nicolás Maduro, llegar a la Corte Penal Internacional (CPI) resulta un punto medianamente lejano. A pesar de las noticias que llegan sobre el plazo que dicho tribunal le ha dado al chavismo para defenderse de las acusaciones por crímenes de lesa humanidad, el proceso para ver a Maduro y a sus acólitos sentado en un juicio llevará tiempo, pero finalmente se acerca.

Por ahora, el chavismo ha sabido jugar bien la carta del diálogo con el fiscal Karim Khan; incluso, es posible que se vuelvan a reunir antes del próximo mes de abril. Maduro ha apelado a la máxima: «A tus enemigos hay que tenerlos cerca», y eso es precisamente lo que ha estado haciendo para intentar anestesiar la frontalidad de una corte que no tiene miramientos y que imparte justicia sin ningún tipo de lógica política.

El hecho de que la CPI ya esté trabajando en Venezuela resulta esperanzador. Nicolás Maduro, Diosdado Cabello (segundo a bordo del chavismo) y el resto de personajes que lideran este aparato neo totalitario, deben estar preocupados.

Las evidencias son suficientes para demostrar que durante 23 años de chavismo, sí se han cometido crímenes de lesa humanidad, que por cierto no prescriben, y que más allá de las fronteras que comprende el propio país, dichos personajes no tendrán ninguna posibilidad de moverse con tranquilidad. En consecuencia, y aquí un peligro, estarían dispuestos a cualquier cosa por atornillarse en el poder; en última instancia, o es eso o es ir a prisión.

Definitivamente, son buenas noticias para los amantes de la democracia y la libertad y para aquellos que anhelan ver a una Venezuela libre.