Celac

Lula roba el foco a Fernández en la cumbre de la Celac

La izquierda latinoamericana celebra el retorno del presidente brasileño a la escena regional

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, abraza a su similar argentino Alberto Fernández, durante la jornada inaugural de la VII Cumbre de la Celac en Buenos Aires
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, abraza a su similar argentino Alberto Fernández, durante la jornada inaugural de la VII Cumbre de la Celac en Buenos AiresEnrique García MedinaAgencia EFE

Lula disfruta su renacer latinoamericano. El presidente de Brasil se ha elevado como la figura clave de la VII Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que inició este martes 24 de enero en Buenos Aires. En la foto oficial con 33 representantes, estuvo ubicado al centro y adelante.

Aunque el anfitrión es Alberto Fernández, Luis Inázio Da Silvaha sido el foco de las miradas y de las reuniones bilaterales. Varios presidentes y jefes de Estado, de entre los 13 que acudieron a la cita, han tenido encuentros con el brasileño que siempre ha defendido públicamente las ambiciones de protagonismo político internacional que entiende le corresponden a su país por su tamaño geográfico, peso económico y la amplitud del territorio amazónico que le pertenece en tiempos de lucha contra el cambio climático.

En su discurso, Lula agradeció el apoyo de los otros gobiernos de la región cuando el asalto a los poderes públicos del pasado 8 de enero y afirmó que con él al frente Brasil vuelve a tener “los brazos abiertos al mundo”. Insistió en la necesidad de proteger la Amazonía y llamó a que las inversiones y acciones para ello surjan en Latinoamérica y no en otras partes del mundo.

El impacto de Brasil se nota. Su nuevo embajador designado para en Argentina recibió en tiempo récord las credenciales del gobierno de Alberto Fernández y el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, admitió qué hay “un nuevo espíritu con la vuelta de Brasil a la Celac. Con una agenda que plantea grandes desafío. Necesitamos integrarnos más”. Añadió que “la gran relación personal que tiene Alberto con Lula irradió positivamente en toda la región”.

De hecho, fue Lula quien anunció que el presidente de San Vicente y las Granadinas, Ralph Everard Gonsalves, reemplazará a Alberto Fernández como presidente pro tempore de la Celac.

En todo caso, la reunión de mandatarios latinoamericanos y caribeños ha servido también para mostrar un ímpetu por la democracia y un renacer de las izquierdas. El anfitrión Alberto Fernández enmarcó el encuentro en una lucha a favor de la democracia y la libertad.

“Creemos en la democracia, que está definitivamente en riesgo. Después de la pandemia, la ultraderecha se ha puesto de pie y amenaza a cada uno de nuestros pueblos. Nosotros no debemos permitir que esa derecha recalcitrante y fascista ponga en riesgo la institucionalidad de nuestros pueblos”, dijo Fernández.

Pero el argentino combinó esa idea inmediatamente con otras contrapuestas, por ejemplo: “Todos los que están aquí han sido elegidos por sus pueblos y sus pueblos los legitiman como gobernantes. Y por lo tanto, más allá de cómo cada pueblo decida, en la diversidad debemos respetarnos y en la diversidad debemos crecer juntos”. Una frase por demás llamativa si se repara en las características de los gobiernos de Nicaragua, Cuba y Venezuela.

En representación de Nicaragua estuvo el canciller Denis Moncada; por Cuba participó el jefe del régimen Miguel Díaz-Canel; y Venezuela envió como referente a su ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil. Nicolás Maduro canceló el lunes su visita a Argentina citando “amenazas” de agresión.

Ortega en Nicaragua fue electo en comicios colorados y con candidatos opositores presos. Díaz-Canel fue designado por el propio castrismo y Maduro ha sido denunciado como violador de derechos humanos.

Integración y propuestas

Durante el cónclave de los mandatarios en el hotel Sheraton de Buenos Aires, cada país expuso sus posturas, sin grandes discusiones. La situación de Perú fue la más mencionada durante la mañana, con invocaciones a “la paz” en ese país, aunque sin consenso sobre la situación de Pedro Castillo, el presidente hoy encarcelado luego del intento de autogolpe.

Nicolás Maduro participó mediante un video. Allí propuso la creación de la Secretaría General de la que articule a los 33 Estados miembros. “Ha llegado el momento de que la CELAC comience a construirse desde adentro con una visión clara de lo que debe ser el devenir de nuestros países y la necesidad de ir echando sólidas bases para la construcción de la unión”.

Gustavo Petro, presidente de Colombia, propuso la construcción de un tren que conecte a Colombia con Chile, Bolivia y Venezuela, en dos ejes. “¿No se puede integrar el Pacífico a través de un tren que junte nuestras principales ciudades y por territorio venezolano y colombiano llegar al Atlántico?”

“La red férrea que se propone también tiene un eje troncal, que es el Pacífico, que puede ir desde Santiago de Chile, o más al sur, hasta el Caribe colombiano y el Caribe venezolano”, detalló.

Desde México, y también en vídeo, Andrés Manuel López Obrador, dijo que no había asistido por tener mucho trabajo y respaldó la decisión de Nicolás Maduro de no acudir para evitar supuestas agresiones.

En la calle, frente al Hotel Sheraton se dieron multitudinarias protestas en contra de Miguel Díaz-Canel y de los enviados de Nicaragua y Venezuela.