Polémica

La trans que violó a dos mujeres no ingresará en una cárcel femenina

Su exmujer reconoce que la transición de Isla Bryson es «una farsa para llamar la atención»

Un grupo de personas participa en una manifestación a favor de los derechos de las personas trans frente a la sede del Gobierno británico en la Queen Elizabeth House de Edimburgo
Un grupo de personas participa en una manifestación a favor de los derechos de las personas trans frente a la sede del Gobierno británico en la Queen Elizabeth House de EdimburgoJane BarlowAgencia AP

Polémica en Reino Unido sobre la cárcel a la que debe mandarse a la primera mujer trans condenada por violar a dos mujeres antes de cambiar de sexo mientras esperaba el juicio. En un principio, Isla Bryson (conocida antes como Adam Graham) fue remitida a la prisión de mujeres de Cornton Vale, en Stirling, pero después de ser declarada culpable esta semana por las violaciones ahora ha sido trasladada a una prisión masculina. La sentencia no se conocerá hasta el próximo mes.

El caso tiene lugar en Escocia, que el año pasado se convirtió en la primera nación de Reino Unido en aprobar un nuevo y polémico sistema de autoidentificación para las personas que desean cambiar su género legal. Las nuevas reglas reducían la edad a 16 años y eliminaban la necesidad de un diagnóstico médico de disforia de género. Pero el Gobierno central de Londres la bloqueaba este mes, utilizando la sección 35 de la Ley de Escocia, para evitar que la nueva ley entraran en vigor.

El Gobierno británico hizo efectivo el bloqueo de la ley para facilitar el cambio de género que aprobó el Parlamento autónomo de Escocia en diciembre, al considerar que tendría “efectos adversos” para mujeres y niñas y que establecería “dos regímenes diferentes de reconocimiento” dentro de Reino Unido.

Durante la sesión de control al Gobierno en el Parlamento de Edimburgo, la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, aseguró que «no sería apropiado» que ofreciese detalles sobre dónde cumplen los presos sus penas. Sin embargo, en este caso, «dada la comprensible preocupación ciudadana y parlamentaria», confirmó que Bryson «no será encarcelada en la prisión para mujeres de Cornton Vale». «Espero que esto tranquilice a la ciudadanía», manifestó Sturgeon.

La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon
La ministra principal de Escocia, Nicola SturgeonDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

La líder nacionalista aseguró que cualquier preso que representara un riesgo de delito sexual era segregado de otros presos, incluso mientras se realizaba una evaluación de riesgo. «No existe un derecho automático para que una mujer trans condenada por un delito cumpla su condena en una prisión de mujeres, incluso si tiene un certificado de reconocimiento de género», indicó.

La líder escocesa también destacó que se tuvo cuidado de que la gente «no sugiera, ni siquiera sin darse cuenta, que las mujeres trans representan una amenaza inherente para las mujeres», y agregó: «Los hombres depredadores, como siempre ha sido el caso, son el riesgo para las mujeres».

Durante el juicio por violación, Bryson afirmó que sabía que era transgénero a la edad de 4 años, pero no tomó la decisión de hacer la transición hasta los 29, y actualmente está tomando hormonas y buscando cirugía para completar la reasignación de género. Bryson dijo que en 2016 ya estaba «luchando con mi sexualidad y tenía problemas emocionales».

Sin embargo, la exesposa de Bryson, Shonna Graham, de 31 años, ha declarado que siente «mucha simpatía por los transexuales de verdad», pero afirma que la transición de su expareja es una «farsa para llamar la atención» y que Bryson intenta engañar a las autoridades.

Graham declaró al «Daily Mail» que «nunca me dijo nada de que se sentía en el cuerpo equivocado ni nada por el estilo», y acusó a Bryson de maltratarle durante su relación.

El ministro de Justicia de Reino Unido, Dominic Raab, tuiteó que «las mujeres transgénero sin un certificado de reconocimiento de género son enviadas a prisiones masculinas como algo natural» en Inglaterra y Gales.

Un portavoz del grupo activista LGBT dijo: «Es apropiado que el servicio penitenciario evalúe individualmente a todos los reclusos y lleve a cabo evaluaciones de riesgo detalladas sobre la seguridad tanto del recluso como de aquellos con los que esté en contacto”.