La abstención planea sobre las elecciones al Poder Judicial en México

Los mexicanos están llamados mañana a las urnas para escoger a sus jueces. Las primeras, insólitas e históricas elecciones del Poder Judicial en México están empañadas por un pronóstico de gran abstención, las llamadas de veto por parte de la oposición y las sospechas de injerencia política.

Una encuentra publicada por el diario «El Universal» apunta que solo el 50% de los mexicanos sabe que el domingo hay elecciones y solo el 37% manifestó su intención de votar este domingo. Los mexicanos elegirán a un total de 881 jueces, magistrados y ministros (jueces) de la Suprema Corte entre más de 3.422 candidatos. En esta cita electoral se relevará al 50% de los jueces mexicanos, mientras que el 50% restantes se elegirá en unas elecciones similares en el año 2027.

La presidenta Claudia Sheinbaum, que celebrará el primer aniversario de su victoria electoral el 2 de junio acudiendo de nuevo a votar, aseguró que «México va a dar un ejemplo al mundo, porque también el Poder Judicial va a ser elegido por el pueblo». Hace un año, la participación en las elecciones presidenciales fue del 61%; el domingo se pronostica una asistencia más baja.

Esta cita electoral es fruto de la última gran reforma del expresidente Andrés Manuel López Obrador, que días antes de dejar el cargo, logró que el Congreso y el Senado (con mayoría de Morena y sus socios) diera luz verde a una reforma «in extremis» de la Constitución para que los ciudadanos puedan elegir directamente a sus jueces. La intención era erradicar la corrupción, el nepotismo, el tráfico de influencias y los excesos que han obstaculizado la impartición de justicia en México.

La candidata de oposición en las elecciones presidenciales del año pasado, Xóchitl Gálvez, anunció que no acudirá a votar. «No participaré en un proceso que desde el inicio mostró vicios de fondo. La reforma del Poder Judicial surge del odio y la venganza del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien mantuvo siempre diferencias con ministros, magistrados y jueces», anunció en sus redes sociales una vez concluida la campaña electoral. «Es imposible que los electores estudien cada uno de los perfiles pues en sus boletas podrían venir más de 200 candidatos para los diferentes cargos a ocupar. El Poder Judicial, que es un organismo autónomo, estará sometido a los autores del acordeón: al Poder Ejecutivo. Morena ya decidió quiénes serán los ganadores, solo falta que se realice una elección para tratar de legitimarlos», advirtió la excandidata presidencial del PAN-PRI-PRD.

Los «acordeones judiciales»

a los que se refirió Gálvez son unas guías o panfletos que supuestamente serían una guía didáctica para facilitar la votación. Se trata de folletos con varios pliegues, de ahí su nombre de acordeón, distribuidos por Morena, el partido en el Gobierno, con nombres y números de candidatos.

La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces del Poder Judicial de la Federación (la JUFED), que el año pasado convocó un histórico paro de jueces para intentar frenar la reforma, lanzó una llamada «urgente y reflexiva» a la ciudadanía para que «mantenga una mirada crítica frente a la narrativa del oficialismo sobre una supuesta democratización del Poder Judicial». La JUFED alertó a los mexicanos que «no estarán votando por personas formadas por la experiencia de los años y rigurosos esquemas de selección y evaluación, sino por personas preseleccionadas –como los ‘acordeones’– y apoyadas por Morena, el Gobierno y el crimen organizado». «Eso se llama defraudar la voluntad popular; cometer fraude a los principios democráticos que nos han unido como nación, mentir para instaurar un régimen sin contrapesos», advirtió.

Estas elecciones se producen en el marco de mucha presión del Gobierno de Estados Unidos hacia México por el tráfico de fentanilo, los cárteles y el flujo de inmigración irregular por la frontera sur. Aunque el presidente Donald Trump no se ha pronunciado aún, su secretario de Estado, Marco Rubio, fue uno de los firmantes de un comunicado del Senado de Estados Unidos en contra de la reforma el verano pasado.

El miércoles terminó una campaña electoral atípica. Con una duración de 60 días, los candidatos tuvieron que financiar de su propio bolsillo la promoción y difusión de su campaña. El Instituto Nacional Electoral (INE) prohibió que se contrataran espacios publicitarios en prensa, radio o televisión o vallas publicitarias. También estaban vetados los mítines masivos y solo se permitieron reuniones sin megáfonos. Tampoco se han contratado o publicado sondeos. Solo estaban permitidos canales de comunicación donde no se tenía que pagar. Los abogados abrieron cuentas en redes sociales como TikTok, Instagram, Facebook o X de forma orgánica, sin pagar publicidad digital.

Los requisitos para presentarse como a juez eran muy laxos, basta con tener una media de un 8 en la licenciatura de Derecho. Entre los candidatos, muchos con trayectoria en el Poder Judicial pero también candidatos que provienen de otros ámbitos como abogados próximos al narco.