Golpe en Níger

El polvorín del Sahel: la oleada de golpes de Estado que asola al cinturón de África

Desde 2020, ya ha habido ocho insurrecciones en esta zona clave del continente africano

El 26 de julio, militantes de la Guardia Presidencial de Níger tomaron la residencia del Jefe de Estado y convocaron como rehén al presidente Mohamed Bazoum y su ministro del Interior. Luego, nombraron como mandatario al general Abdourrahmane Tiani. Se confirmaba así un Golpe de Estado en el país y un incremento a la inestabilidad que baña al continente africano.

Níger es una parte clave de la región africana del Sahel, un cinturón de tierra que se extiende desde el Océano Atlántico hasta el mar Rojo. El golpe militar en este país supone una tendencia de crisis y revuelta en el área, una muestra de máxima inestabilidad. El islamismo militante domina en buena parte de esta zona, plagada de yihadistas, acosada por regímenes militares y donde los levantamientos, alzamientos o derrocamientos son constantes año tras año. Por supuesto, ha causado numerosas reacciones internacionales, que incluye el rechazo de los alzamientos por parte de la ONU o Estados Unidos y el corte de ayudas al país por parte de la Unión Europea.

Desde 2020, ocho insurrecciones ha habido en esta zona del continente. La primera de ellas, en Mali. El 18 de agosto de este año, el presidente Ibrahim BoubacarKeita fue derrocado tras varios meses de crisis política, y el golpe militar dio lugar a sanciones internacionales que fueron levantadas tras la formación de un gobierno de transición en octubre. El año siguiente sería una muestra del incremento de las rebeliones.

El 20 de abril de 2021, tras la muerte del presidente Idriss Déby Itno en Chad, un consejo militar de transición presidido por el hijo del fallecido presidente Mahamat Idriss Déby, hasta entonces jefe de la poderosa Guardia Presidencial, disolvió el Gobierno y la Asamblea Nacional.

En mayo, de nuevo en Mali, los militares detuvieron al presidente y al primer ministro tras el nombramiento de un nuevo gobierno de transición que no era de su agrado. El coronel Assimi Goita fue investido en junio como presidente de transición.

El 5 de septiembre, en Guinea, el presidente Alpha Condé cayó derrocado por un golpe militar, encabezado por el coronel Mamady Doumbouya. Y el 25 de octubre, los militares detuvieron a los dirigentes civiles de las autoridades de transición, lo que desencadenó manifestaciones masivas contra este nuevo Golpe de Estado, dirigido por el general Abdel Fatah al Burhan. Este mismo año, en Níger, hubo un intento fallido en marzo.

En 2022, soldados uniformados anunciaron en la televisión de Burkina Faso que tomaron el poder, aunque se comprometían a "volver al orden en un plazo razonable". En septiembre, el coronel Sandaogo Damiba fue derrocado a su vez por los soldados.

Antes del levantamiento en Níger, Sudán también fue el escenario de otro Golpe de Estado en abril de este año, en el que dos generales rivales se disputaron el control del país. Los enfrentamientos dejaron más de 500 muertos y heridos, sobre todo en la capital del país, Jartum.

Cabe destacar que el de Níger no era el primer alzamiento contra el líder del país. Desde su independencia en 1960, Bazoum era el primer dirigente electo que sucedía a otro (Mahamadou Issoufou, que era presidente del país desde 2011 hasta las elecciones presidenciales de febrero de 2021).

Esta es una prueba más de que la normalidad y estabilidad del país que parecía haberse recuperado en este siglo brilla por su ausencia. Un total de quince levantamientos han tenido lugar en el mundo en los últimos siete años, doce de ellos en África. Nueve han prosperado, tres han fracasado y el continente ha vivido otros tantos Golpes de Estado fallidos.