Nueva York
Al Libi ya está en Estados Unidos para ser juzgado por terrorismo
El presunto cerebro de los atentados de 1998 contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, Nazih al Raghie, alias Abu Anas al Libi, será juzgado por cargos de terrorismo
El presunto cerebro de los atentados de 1998 contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, Nazih al Raghie, alias Abu Anas al Libi, ya se encuentra en EE.UU. donde será juzgado por cargos de terrorismo, informó hoy la fiscalía de Nueva York.
"Anas al Libi fue transferido a custodia policial este fin de semana y fue llevado directamente al Distrito Sur de Nueva York, donde ha estado encausado durante más de una década. El Gobierno espera que mañana (martes) se presente ante instancias judiciales", informó el fiscal federal, Preet Bharara.
Al Libi, integrante de la lista de los más buscados en Estados Unidos desde el año 2000, fue capturado hace dos semanas en una operación en Trípoli de la fuerza especial Delta del Ejército estadounidense, y por la CIA y el FBI.
El detenido ha sido acusado en el Distrito Sur de Nueva York de presunta participación en una conspiración de Al Qaeda para matar a ciudadanos de EE.UU. y atacar intereses estadounidenses en todo el mundo, así como contra las embajadas de Nairobi y Dar es Salaam.
El Pentágono confirmó al día siguiente su captura e indicó que se encontraba detenido "legalmente en un sitio seguro fuera de Libia", que según varios medios estadounidenses se trataba de un buque de la Marina en aguas internacionales en el mar Mediterráneo donde estaba siendo interrogado.
El ministro libio de Justicia, Salah al Margani, convocó la semana pasada a la embajadora estadounidense en el país, Deborah Jones, para pedirle explicaciones sobre la captura de Al Libi, concretamente sobre si estaba siendo tratado de manera "humanitaria".
El Gobierno libio pidió explicaciones a la administración norteamericana por llevar a cabo en su territorio una operación militar sin su conocimiento previo, y calificó de "secuestro"la captura del supuesto líder extremista.
Ante estas afirmaciones, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo que las acusaciones del Gobierno libio son "infundadas", aunque reconoció que Washington no informó a Trípoli del operativo.
Kerry aseguró que Estados Unidos "nunca se detendrá"en su lucha contra el terror y que "seguirá tratando de llevar a los terroristas ante la justicia de manera adecuada con la esperanza de que este tipo de actividades contra todo el mundo se detengan".
La Oficina Federal de Investigación de EE.UU. (FBI) ofrecía hasta 5 millones de dólares por información que llevase a su captura.
Además de la operación en Libia, militares estadounidenses participaron en una misión "contra un conocido terrorista de Al Shabab"en Somalia, sin que pudieran practicar detención alguna.
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