Pakistán

Al menos diez activistas mueren en un ataque a bases aéreas en Pakistán

El ataque contra las bases de Samungli y Khalid, situadas en distintos puntos de la ciudad, comenzó anoche y se prolongó hasta primera hora de la mañana.

Al menos diez activistas murieron en un ataque simultáneo con misiles y granadas a dos bases aéreas en la ciudad de Quetta, en el suroeste de Pakistán, informaron hoy medios locales.

El ataque contra las bases de Samungli y Khalid, situadas en distintos puntos de la ciudad, comenzó anoche y se prolongó hasta primera hora de la mañana local, informó una fuente policial al diario Dawn.

Uno de los atacantes resultó herido y fue detenido por las fuerzas de seguridad, junto con otros cinco sospechosos de estar relacionados con la acción armada contra la base de Samungli, dijo un superintendente de la Policía, Imran Qureshi.

Los militantes lanzaron cohetes y granadas y dispararon contra las instalaciones militares, en las que se escucharon varias explosiones, hasta que las fuerzas de seguridad repelieron el ataque, en el que murieron cinco atacantes en cada una de las bases.

El aeropuerto de Quetta fue cerrado al tráfico aéreo tras la acción armada, de la que ningún grupo se ha responsabilizado, según este diario.

El departamento de Relaciones Públicas de las fuerzas armadas paquistaníes (ISPR en sus siglas en inglés) confirmó en un comunicado la muerte de cinco atacantes en la base de Khalid, a los que calificó de suicidas, sin ofrecer más detalles.

El ataque se produjo anoche a la vez contra ambas instalaciones, sin que se registraran víctimas entre el personal de seguridad ni daños de importancia, por lo que las bases permanecen operativas, aseguró este departamento.

Pakistán celebró ayer su Día de la Independencia entre fuertes tensiones con las protestas de dos líderes de la oposición, que piden la dimisión del primer ministro, Nawaz Sharif, y la celebración de elecciones anticipadas.

Islamabad amaneció tomada por las fuerzas de seguridad -hasta 20.000 efectivos han sido desplegados-, los teléfonos móviles bloqueados y las carreteras cortadas para obstaculizar el progreso de las protestas.

Una situación que se repitió en varias ciudades de la provincia del Punjab, de donde partieron los manifestantes.