El asesinato del fiscal anticorrupción conmociona Ecuador en plena guerra contra el crimen

En Ecuador investigar mafias sale caro. Ya se demostró con el asesinato del periodista Fernando Villavicencio, víctima del sicariato durante su campaña presidencial en 2023, y ahora con el homicidio del fiscal César Suárez. El funcionario estaba a cargo de las pesquisas de casos emblemáticos de corrupción. Según la Policía de Ecuador, en su primera comparecencia pública con detalles del caso, Suárez abandonó la comisaría de la Policía Judicial de Guayaquil –la ciudad más golpeada por la ola de violencia– para dirigirse a su domicilio. Allí entró apenas minutos más tarde, cuando el reloj bordeaba la una del mediodía.

Siete minutos más tarde, su vehículo salió de la urbanización para ser interceptado en una avenida a 20 minutos después. Dos vehículos, una camioneta y un sedán, le bloquearon el paso. Allí ocurrió el tiroteo que acabó con la vida del fiscal adscrito a la Unidad Nacional Especializada de Investigación contra la Delincuencia Organizada Transnacional desde 2013.

La Policía ecuatoriana detuvo a dos personas que serían los autores materiales del suceso, y una tercera estaría siendo buscada. El comandante general César Zapata dijo que a los detenidos se les incautó un fusil, dos pistolas, cargadores y dos vehículos.

El general Víctor Herrera, comandante de Policía de la Zona 8, que abarca Guayaquil, agregó que se trataría de dos integrantes de la banda Los Chone Killer –que antes de constituirse como organización propia era el brazo armado de Los Choneros; ambos grupos ahora calificados por el Gobierno como terroristas– capturados durante allanamientos en un motel y en un domicilio.

Sin ahondar en detalles, añadió que uno de los detenidos sería quien manejaba uno de los coches, y el otro habría disparado desde el asiento trasero con un fusil. En el vehículo iban dos sujetos más: el copiloto también empuñó un arma corta. Detalló Herrera que en el sitio levantaron 18 indicios balísticos: doce de fusil y seis de pistola. Otro vehículo fue encontrado incinerado en una zona al norte de la ciudad y se presume que estaría relacionado con el suceso.

El homicidio ocurrió cuando el fiscal andaba sin escolta, que usualmente lo acompañaba visto el perfil de sus investigaciones que involucraban casos de desfalco en la seguridad social policial, corrupción en hospitales públicos, vínculos del narcotráfico en el sistema judicial y, más recientemente, el asalto al canal TC Televisión a cargo de bandas armadas. Su seguridad estaba a cargo de la Dirección General de Inteligencia de la Policía Nacional. Él mismo había dicho al diario «El Universo» en una entrevista el martes andaba sin resguardo policial.

El miércoles, indicó posteriormente la Fiscalía General, el funcionario había informado que asistiría a una audiencia telemática «razón por la cual no requeriría acompañamiento de la escolta que con regularidad se encargaba de su custodia». La entidad indicó en un comunicado que «se ve en la necesidad de hacer esta aclaración ante los rumores que se han difundido por el terrible suceso».

Desde el entorno familiar del fiscal criticaron la ausencia de protección, y revelaron que a Suárez lo hicieron salir de casa con una llamada aparentemente inesperada. No se indicó a dónde se dirigiría. La fiscal general, Diana Salazar, pidió a la Policía «garantizar la seguridad de quienes nos encontramos en cumplimiento de nuestras funciones», así como al Consejo de la Judicatura autorizar que las audiencias judiciales sobre crimen organizado «se desarrollen de forma telemática».

Con la muerte de Suárez, Ecuador ahora suma seis fiscales asesinados desde 2022, período que también ha contabilizado dos asistentes judiciales muertos. La Fiscalía ha reiterado en varias oportunidades que sus funcionarios son amenazados por las investigaciones que realizan.

En mayo de 2022 murió a manos de sicarios la fiscal Luz Marina Delgado, junto a su asistente. Apenas días antes había arrestado a la pareja de alias Gerlad, «el Pablo Escobar ecuatoriano». Tres meses después, Federico Estrella fue acribillado desde una motocicleta cuando conducía su vehículo.

En septiembre de 2022, ocurrió el homicidio del fiscal Edgar Escobar, quien investigaba una masacre carcelaria de noviembre de 2021 y había trabajado en el caso de corrupción en la seguridad social de la Policía Nacional, que compartió con César Suárez. Más tarde fue el turno del fiscal Leonardo Palacios.