Apoteosis en Iowa

¿Por qué está Trump más cerca de ser nominado candidato presidencial de los republicanos?

Este pequeño estado, que hace 8 años dio la espalda al exmandatario en favor del republicano Ted Cruz, ahora se rinde a sus pies

EEUU.- Comienza el segundo juicio contra Trump por difamación tras su victoria en los caucus de Iowa
Trump a su llegada al juicio por difamación en Nueva YorkEuropa Press

Los tiempos han cambiado, y si en el 2016 Iowa le dio la espalda a Trump en favor del candidato republicano Ted Cruz, ahora lo ha subido a una ola de la que será difícil bajarle. Posiblemente el único culpable de que vea frustrado su regreso a la Casa Blanca sea él mismo, por los 91 delitos graves que enfrenta repartidos en cuatro causas penales distintas. De momento cada cita judicial a la que el republicano ha asistido ha impulsado su candidatura. El lunes quedó claro que su público no cree que sea culpable. Donald Trump arrasó en los caucus de Iowa con un 51% de los votos, seguido del gobernador de Florida, Ron DeSantis (21%), la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley (19%) y el empresario Vivek Ramaswamy que ha tenido tan escaso apoyo que ha dicho adiós a su candidatura para la carrera presidencial del 2024. Ya ha confirmado que en adelante apoyará al expresidente estadounidense en su campaña electoral.

Trump es uno de esos personajes de cuento que pase lo que pase siempre caen de pie. Incluso el segundo puesto que se debatió en Iowa le ha sido favorable, por la falta de solidez de un candidato, algo que queda claro con la gran diferencia de votos que tiene el segundo ganador, DeSantis, con respecto a él. El exmandatario no tiene rivales fuertes, y que Haley no haya conseguido la segunda posición podría frenar el impulso que en las últimas semanas ha ido cogiendo la candidata en New Hampshire, donde se celebraran las siguientes primarias el próximo 23 de enero. Por su parte, el gobernador floridano tiene un camino de espinas por delante, Iowa era su gran baza, parecía encajar perfectamente en el electorado del estado con votantes conservadores y evangélicos. Si no ha triunfado allí, difícilmente lo hará en otro territorio.

Iowa ha sido un perfecto reflejo de cuál es la base republicana más amplia que apoya al expresidente. Un electorado de perfil rural, con limitada formación universitaria, bastante conservador y evangélico blanco que se identifica con su eslogan MAGA (Make America Great Again, en español Hagamos América Grande de Nuevo). Los votantes obreros constituyen la apoyo más firme y extenso de Trump, pero el republicano también levanta pasiones políticas en otros grupos muy diversos, toma de aquí y allá, y eso podría ayudarle en el resto de las primarias que tiene que enfrentar en los diferentes estados. De hecho, su resurgimiento político estaría impulsado por un perfil bastante distinto, los votantes universitarios, que durante mucho tiempo han sido reacios al histriónico del exmandatario, pero esta tendencia está cambiando. Según una encuesta de Fox News el apoyo de este grupo de votantes al republicano se duplicó a lo largo del 2023.

A pesar de sus 77 años, Trump también puede presumir de un importante apoyo entre los jóvenes, mucho más que sus competidores, por no hablar de su curiosa gran ventaja entre los republicanos hispanos. Son grupos diversos, pero hay algo en lo que todos sus seguidores coinciden, el sentimiento de sentirse ignorados, de no tener voz política y estar convencidos de que Trump les devolverá su lugar, además de la firme creencia de que su líder está siendo víctima de una persecución política con armas judiciales, pero es inocente de todos los cargos de los que se le acusa.

El escaparate de la justicia

De nada sirve que el republicano tenga casi una cita en la corte por semana en los próximos meses en algún punto de Estados Unidos. De hecho, estos momentos legales le está favoreciendo y quizá por eso ha trasladado la mayoría de sus discursos electorales a los juzgados. El lunes por la noche pasó del desbordante triunfo en Iowa al banquillo de un tribunal federal en Nueva York. Venciendo a un frío día neoyorkino cargado de viento y nieve, el exmandatario llegó el martes a primera hora de la mañana al bajo Manhattan poco antes de que arrancara el proceso para verse las caras en la sala por primera vez en mucho tiempo con su acusadora, la escritora y experiodista E. Jean Carroll. 

El proceso está previsto que dure alrededor de 3 o 5 días, y Donald Trump, a diferencia del último juicio que tuvo con la demandante al que ni siquiera asistió, esta vez ha dicho que incluso quiere declarar. Ahora la estrategia electoral es distinta, y hablar ante los medios para atacar al Departamento de Justicia y al presidente Joe Biden sí suma votos. Eso ha quedado claro. El juez a cargo del proceso, Lewsi Kaplan, todavía no ha decidido si le permitirá hablar, pero tiene claro que si lo hace será con restricciones. El expresidente no puede declarar que no atacó a Carroll, que ella mintió sobre las acusaciones de violación o que estas se hicieron con maldad. No está claro qué días asistirá Trump al proceso (no está obligado a hacerlo), pero hay rumores sin confirmar aún que si finalmente sube al estrado podría hacerlo el próximo lunes 22, un día antes de las primarias en New Hampshire en las que Nikki Haley es una importante amenaza para él.

Este juicio desde luego cae en un mal momento. Trump le había pedido al juez retrasarlo una semana tras la muerte de su suegra, la madre de Melania Trump, pero el magistrado, que cree que lo que el expresidente pretende es retrasar el proceso lo máximo posible, le dijo que si pudo hacer campaña en Iowa, este proceso también puede seguir adelante. Ayer se comenzó a elegir el jurado, en el que tres posibles miembros ya dijeron que Trump estaba siendo tratado injustamente. Un proceso nada fácil para un caso tan mediático. También estaba previsto que comenzaran las declaraciones de apertura este martes, pero al cierre de esta edición seguían eligiendo a un jurado objetivo. La propia E. Jean Carroll testificará estos días y sus abogados han pedido también llamar a algunos testigos, como dos mujeres que acusaron a Trump en el pasado de agresión sexual o una experta en daños y perjuicios, las tres ya prestaron declaración en el proceso anterior.