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Defensa

El arma definitiva para destruir misiles enemigos se probará pronto: lo hará desde el espacio

Lockheed Martin se propone un hito en la defensa antimisiles, buscando interceptar los avanzados proyectiles hipersónicos en el espacio

El F-2 japonés desarrollado con Lockheed Martin Lockheed MartinLockheed Martin

La industria de defensa estadounidense busca nuevas capacidades. Lockheed Martin probará en tres años un sistema espacial para destruir misiles hipersónicos de alta maniobrabilidad, una capacidad inexistente hasta ahora.

El proyecto forma parte de "Golden Dome", iniciativa de defensa antimisiles aún en definición. El Pentágono establece las directrices, buscando equilibrio entre requisitos y flexibilidad. Este escudo incluirá interceptores espaciales para neutralizar misiles antes de alcanzar sus objetivos. Está claro que la guerra cada vez se va más claramente al espacio.

Amanda Pound, directora de desarrollo de programas avanzados de Lockheed Martin, confirmó que la compañía busca una demostración en órbita de un interceptor espacial para 2028. Esta iniciativa es una demostración de capacidad que la empresa puede apoyar. Este hito es parte de un esfuerzo de calado, según DefenseOne, para responder a la seguridad global.

El retorno de una estrategia espacial para la defensa

Los interceptores espaciales no son novedosos. Se remontan a los años 60 con el proyecto BAMBI de la Fuerza Aérea de EE. UU., cancelado por costes. En los 80, Reagan recuperó el concepto con la Iniciativa de Defensa Estratégica, la "Guerra de las Galaxias", que incluía "Brilliant Pebbles", una constelación de satélites capaces de disparar pequeños misiles. Este resurgimiento de ideas se debe al avance de las amenazas, especialmente los misiles hipersónicos.

Desde la cancelación de "Guerra de las Galaxias" en 1994, China y Rusia han desplegado misiles hipersónicos casi imposibles de interceptar. Han desarrollado también armas espaciales, generando una mayor amenaza global. Este escenario ha vuelto la defensa antimisiles de Estados Unidos mucho más compleja. De hecho, Rusia tiene un satélite capaz de acabar con otros satélites.

Pese a la contribución histórica de Martin Marietta (hoy Lockheed Martin), la competencia en el sector es notable. Empresas como SpaceX construyen y lanzan satélites de forma más económica, posicionándose como nuevos actores en el sector con una posición destacada en la pugna por los contratos de "Golden Dome".

Lockheed Martin subraya su papel en la defensa antimisiles estadounidense, incluyendo programas cruciales menos mediáticos. Abarcan radares terrestres, seguimiento de misiles desde el espacio y nuevos misiles lanzados desde tierra, mar y aire. Esta estrategia de integración total busca coordinar sistemas como THAAD o PAC-3.

La compañía inauguró un centro de prototipado para ensayar conceptos avanzados de defensa espacial, integrando tecnologías de socios y pequeños desarrolladores. Lockheed Martin ve esencial la colaboración, reconociendo que la escala de "Golden Dome" exige la cooperación de múltiples actores, no solo un contratista principal.