Política

Irán

Bloqueo a un «mal acuerdo» con Irán

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advierte ante el Congreso de Estados Unidos de que el posible pacto entre Obama y el régimen iraní conducirá a la conquista de la bomba nuclear

El «premier» israelí, Benjamin Netanyahu, pronuncia ayer su discurso flanqueado por el presidente de la Cámara Baja, John Boehner (izda.), y el senador republicano Orrin Hatch
El «premier» israelí, Benjamin Netanyahu, pronuncia ayer su discurso flanqueado por el presidente de la Cámara Baja, John Boehner (izda.), y el senador republicano Orrin Hatchlarazon

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advierte ante el Congreso de Estados Unidos de que el posible pacto entre Obama y el régimen iraní conducirá a la conquista de la bomba nuclear

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pronunció ayer un controvertido discurso ante el Congreso de EE UU con el que aprovechó para prevenir sobre el riesgo de negociar con Irán sobre su programa nuclear. Todo lo que había ocurrido durante los días previos a su intervención invitó a no perderse esta tercera alocución del líder hebreo ante el Congreso. La invitación fue hecha por el portavoz de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner. Fue, precisamente, un día después de que el presidente Barack Obama advirtiese a los legisladores conservadores desde esa misma tribuna en el discurso del Estado de la Unión que vetaría cualquier sanción contra Irán mientras las negociaciones sobre su programa nuclear tuviesen lugar.

El presidente norteamericano, para el que Netanyahu tuvo palabras de agradecimiento por su apoyo a Israel, ya había advertido de que no acudiría al Congreso. Tampoco le recibió ayer en la Casa Blanca, lo que justificó con que su oficina no acepta reuniones bilaterales pocos días antes de las elecciones. Netanyahu se encuentra en el último tramo de la campaña electoral, sólo a dos semanas de unas apretadas elecciones generales en las que persigue un cuarto mandato.

Por su parte, el vicepresidente Joe Biden tampoco asistió al discurso del líder israelí, al encontrarse de viaje oficial en Guatemala. Por ello, no se le vio en su asiento habitual detrás de Netanyahu. Ocupó su lugar el senador republicano Orrin G. Hatch. Mientras, seis legisladores judíos del Partido Demócrata decidieron faltar al Congreso. En su mayoría, indicaron que tenían la sensación de que se les hacía elegir entre el presidente Obama e Israel.

«Irán ha probado que no se puede confiar en ellos. El mayor peligro al que se enfrenta nuestro mundo es el matrimonio entre el islam violento y las armas nucleares», indicó Netanyahu poco después de que el secretario de Estado, John Kerry, empezase en Suiza sus reuniones para negociar el acuerdo con Irán. El líder del Likuk volvió a lamentar que «algunos hayan percibido mi presencia aquí como algo político. Que nadie se equivoque. La batalla entre Irán y el Estado Islámico no convierte a Irán en amigo de Estados Unidos. Irán y el EI compiten por la corona del islam violento», aclaró Netanyahu.

Pese a que la mayoría de los comentarios del «premier» hebreo fueron recibidos con aplausos, no convenció a todos los legisladores. La líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, optó en muchas ocasiones por no aplaudir. Cuando Netanyahu pidió esperar a un mejor acuerdo con Irán, abrió los brazos y movió la cabeza para expresar su desacuerdo. «Es un mal trato. Los tentáculos del terror están ya agarrando a Israel y no impedir a Teherán obtener armas nucleares podría amenazar la existencia de mi país. Tenemos que unirnos para frenar la marcha de la conquista de Irán, la subyugación y el terror», indicó a los legisladores Netanyahu, cuyo discurso generó resentimiento entre los políticos de las ambas cámaras. Más de 50 legisladores demócratas decidieron no acudir al discurso. En cambio, se vio a los republicanos Ted Cruz, Rand Paul, Marco Rubio o Bob Portman, todos ellos con aspiraciones presidenciales para 2016. De momento, se mantienen cautos. Pocos se atreven a competir con el hermano del ex presidente George W. Bush, Jeb Bush, que anunció en diciembre pasado sus intenciones de competir en la carrera por la Presidencia.

A última hora, desde la oficina de la Casa Blanca se contraprogramó el discurso de Netanyahu con una teleconferencia de Obama con políticos europeos para tratar la crisis de Ucrania. Preguntado por los periodistas de la Casa Blanca por el discurso del primer ministro israelí, Obama valoró que «no ofrece alternativas viables. No hay nada nuevo en su discurso», en referencia a las negociaciones con Irán. El presidente reconoció que no había visto el discurso, pero había leído una transcripción. Esas declaraciones se suman a las de la víspera del discurso de Netanyahu. Entonces, el presidente indicó que el líder del Likud se había equivocado en el pasado a propósito de los planes nucleares iraníes en una entrevista con la agencia Reuters. Asimismo, Obama desmintió un problema personal con Netanyahu a pesar de que han quedado de manifiesto en diferentes ocasiones las tiranteces entre ambos. «Netanyahu hizo todo tipo de declaraciones», reconoció el presidente durante el encuentro con esta agencia tras haber evitado el lunes responder a los periodistas acreditados ante la Casa Blanca que le siguieron a todos los actos programados.

«El primer ministro israelí dijo que éste será un muy mal acuerdo. Que esto permitirá a Irán recuperar 50.000 millones de dólares. Que Irán no respetará el acuerdo. Nada de esto se ha verificado», se adelantó el lunes Obama a las declaraciones de ayer de Netanyahu ante el Congreso. Aun así, el presidente nortemaricano, que nunca contó al principio de su presidencia con un acuerdo con el régimen de Teherán, reconoció que «diría que probablemente hay más posibilidades de que Irán no diga que sí –a las condiciones de Estados Unidos para llegar a un acuerdo–».

Seis años de frialdad entre «Bibi» y Obama

- Mayo de 2009. En el primer encuentro, los dos dirigentes constatan sus diferencias. Obama presiona por la paz con Palestina y Netanyahu por la amenaza iraní.

- Marzo de 2010. La frialdad se hace evidente. Obama interrumpe una reunión con el «premier» para cenar con su familia.

- Noviembre de 2011. Un micrófono abierto recoge las críticas de Sarkozy y Obama a Netanyahu.

- Enero de 2014. El ministro de Defensa israelí asegura que John Kerry no comprende nada el conflicto de Oriente Medio. EE UU lo calificó de insulto.