Comunidad Política Europea
Cincuenta países europeos se reúnen en Moldavia para plantar cara a Putin
Con esta cumbre a la que asisten unos 50 países, la ex república soviética recibe un espaldarazo a su futura adhesión a la UE
Casi cincuenta países europeos se reúnen hoy en Moldavia en un encuentro de fuerte contenido simbólico que pretende mostrar la unidad sin fisuras frente al presidente Vlamidir Putin, muy cerca de sus dominios. Se trata de la segunda cumbre de la Comunidad Política Europea, un nuevo formato auspiciado por Emmanuel Macron que busca mejorar la relación de la Unión Europea con sus vecinos, como modo también de contrarrestar la influencia china y rusa.
Para Moldavia, una ex república soviética con menos de tres millones de habitantes y que siente el aliento del Kremlin muy cerca, supone también un espaldarazo a su posible entrada en la Unión Europea. Además de a los Veintisiete, se ha invitado a otra veintena con intereses estratégicos muy diversos y que abarcan desde socios que se han ido como Reino Unido, otros que quieren incorporarse al club comunitario como Serbia o Turquía y otros que ni se lo plantean como Armenia, Suiza, Islandia o Azerbaiyán.
Con esta iniciativa, el presidente francés, uno de los responsables del endurecimiento del proceso de adhesión, pretendía impulsar la relación de la UE con sus vecinos y que esta buena sintonía no tenga que pasar necesariamente por las promesas de formar parte del club comunitario en un futuro más o menos próximo. Existen diversos interrogantes sobre a dónde conducirá este nuevo foro y si servirá para algo más allá de escenificaciones de unidad. También existe el peligro de que este formato se parezca demasiado al Consejo de Europa y no aporte ningún valor añadido, si bien fuentes diplomáticas explican que el órgano con sede en Estrasburgo tiene más que ver con lo valores compartidos, mientras que la Comunidad Política Europea aspira a convertirse en un foro geoestratégico.
La primera cumbre de este formato se realizó en Praga en octubre de este año y contó con la participación de 44 líderes, aunque desde entonces se ha incluido los microestados de Andorra, Mónaco y San Marino. Además, este encuentro puede también contar con la asistencia del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que sigue inmerso en diferentes giras internacionales para que el apoyo a Ucrania no decaiga. La próxima reunión será organizada por España durante su presidencia comunitaria y después será el turno de Reino Unido.
A pesar de que esta cumbre no esté relacionada de manera directa con la adhesión, resulta difícil que Moldavia no lo interprete como un impulso. En 2022, este país recibió junto con Ucrania el estatus de candidato oficial y, desde el inicio de la contienda, Rusia ha multiplicado sus intentos de desestabilización. La semana pasada, una manifestación popular a la que acudieron 75.000 personas, según la Policía local, reclamó la pronta adhesión del país al bloque comunitario. En abril de este año, la UE decidió establecer una misión de cooperación para aumentar la seguridad del país ante las amenazas híbridas que abarcan la ciberseguridad, la manipulación de la información y la injerencia por parte de agentes extranjeros. Este mismo miércoles, la UE ha aprobado sanciones contra siete individuos moldavos, cinco de ellos acusados de maniobras para desestabilizar su país y los otros dos de apoyar la guerra en Ucrania. Aprovechando esta cumbre, la Unión Europea y Moldavia han firmado un acuerdo para rebajar las tarifas de itinerancia («roaming») y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado un paquete de inversiones que movilizará hasta 1.600 millones de euros y la financiación de los proyectos para integrar al país en las infraestructuras energéticas europeas. Moldavia ya participa en las compras conjuntas de gas para hacer frente al chantaje energético ruso.
«Esto es un mensaje de que Moldavia no está sola», aseguró este martes la presidenta del país, Maia Sandu, en referencia a la celebración de la cumbre. Von de Leyen explicó que la presencia de 50 líderes en el país da «un mensaje muy potente. Moldavia es el corazón de Europa. Moldavia es Europa y hoy y mañana toda Europa está en Moldavia».
Para un Estado tan pequeño, la celebración de una cumbre de estas características supone un gran esfuerzo logístico y de seguridad. El espacio aéreo permanecerá cerrado hasta el viernes y se incrementará el número de policías para mantener el orden público. Chisinau, sede del encuentro, recibirá el apoyo de 87 agentes rumanos especializados en protección química, radiológica y biológica.
La reacción de Rusia a esta cumbre no resulta demasiado difícil de predecir. El representante permanente interino de Rusia ante la Unión Europea, Kiril Logvinov, señaló a la agencia oficial rusa que este encuentro será «otro intento de Bruselas de crear una coalición antirrusa, imponer su propia visión del mundo a terceros países y persuadir a estos de que se sumen a las «sanciones ilegítimas».
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