Política

Buenos Aires

Cristina Fernández dice que a 31 de julio «el mundo sigue andando y Argentina también»

La presidenta argentina, Cristina Fernández, aseguró hoy que, a 31 de julio, "el mundo sigue andando y Argentina también", en referencia a la entrada del país en una suspensión de pagos tras fracasar las negociaciones con los fondos que litigaron en tribunales estadounidenses.

"El mundo sigue andando y la vida sigue como sucede hace años, y también Argentina, lo que no deja de ser una buena noticia", subrayó Fernández en una comparecencia transmitida por cadena nacional para todo el país.

La mandataria indicó que las calificadoras "van a tener que inventar una nueva palabra"porque default (impago) "es no pagar, no impedir que se cobre".

"Han inventado el default selectivo y no existe. Default es no pagar, y no es que no le queremos pagar a los fondos buitre (como le dice el Gobierno a los fondos especulativos). Les ofrecimos entrar al canje, pero quieren la sentencia casi usuraria que les da más del 1600 por ciento de ganancias", subrayó.

Fernández aseguró que Argentina va a utilizar todos los instrumentos legales que le otorga los contratos firmados con el 92,4 % de acreedores que se acogieron a los programas de reestructuración de deuda en 2005 y 1010.

"No vivimos en una choza, sino en un país, en una nación que tiene Congreso, que es el que tiene la facultad originaria para tratar la deuda externa", aseveró.

"Que se queden todos tranquilos, legisladores, oposición y argentinos, que no vamos a hacer nada fuera de la ley", agregó.

La presidenta se mostró orgullosa de los esfuerzos que ha realizado el país para llegar encontrarle una solución al conflicto con los fondos buitre y por el apoyo recogido a nivel internacional.

"Las cosas que han sucedido son un claro manejo discriminatorio que dista mucho del tratamiento que debe tener un juez y un mediador", dijo en referencia al magistrado neoyorquino Thomas Griesa que falló a favor de los fondos especulativos y de Daniel Pollack, el intermediario judicial que ha participado de las negociaciones.

Fernández aseguró que "no piensa repetir la historia", de ser "generosa y pagar", sin tener en cuenta las consecuencias que pueden tener para el país la aplicación de la cláusula RUFO, que legitima a los acreedores a reclamar un pago equitativo si otros bonistas reciben mejores condiciones a las que ellos acordaron.