
Guerra en Ucrania
David R. Marples, historiador: "Las sanciones tienen un impacto considerable, pero no pondrán fin a la guerra"
El profesor de Historia de la Universidad de Alberta, David R. Marples analiza para LA RAZÓN las novedades en la guerra de Ucrania

Estados Unidos y la Unión Europa siguen aumentando la presión a Rusia. A lo largo de esta semana, ambos actores anunciaron la imposición de nuevas sanciones con las que buscan forzar a Vladímir Putin a sentarse en la mesa de negociaciones para poner fin a una invasión que va camino de cumplir su cuarto aniversario. Fue el miércoles cuando el Departamento del Tesoro de EE UU anunció la adopción de medidas contra las dos principales petroleras rusas, Rosneft y Lukoil y sus empresas filiales, lo que supone un punto de inflexión en la política exterior de la Administración Trump.
El jueves, la Unión Europea anunció la aprobación del 19º paquete de medidas contra Rusia, el cual incluye sanciones contra el sector energético, la flota fantasma, y diplomáticos rusos, entre otros aspectos. Todavía se desconoce la reacción de Moscú y si las medidas adoptadas conseguirán que dé marcha atrás en su determinación de continuar la guerra.
Ante este contexto, David R. Marples, profesor de Historia de Rusia y Europa del Este en la Universidad de Alberta y autor de libros como 'Understanding Ukraine and Belarus' (2020) ha analizado para LA RAZÓN las últimas novedades de la invasión rusa a Ucrania y las negociaciones de paz.
"Marples: No estamos más cerca de poner fin a la guerra"
P: ¿En los últimos meses, ha habido avances reales hacia un alto el fuego en Ucrania?
R: Las medidas tomadas hasta la fecha no tienen estructura ni metodología. Se relacionaron principalmente con el intento del presidente Donald Trump de poner fin rápidamente a la guerra como parte de su campaña para ganar el Premio Nobel de la Paz. No estamos más cerca de poner fin a la guerra que antes de que él asumiera el cargo.
P: ¿Por qué Rusia sigue resistiéndose a sentarse a la mesa de negociaciones? ¿Moscú cuenta con ventaja en el campo de batalla?
R: No, la posición de Moscú no es muy fuerte. Pero Rusia solo pondrá fin a la guerra si puede conservar los territorios que ha ocupado, y cualquier acuerdo de paz será entonces considerado temporal. La posición de Rusia, que no ha cambiado, es que está librando una guerra contra la OTAN, la cual utiliza tropas ucranianas para librar sus batallas. Aunque esa visión es errónea, lo más importante es la percepción pública, y eso hace que la posición de Putin parezca más admirable y razonada ante los rusos de lo que realmente es.
P: ¿Las crecientes sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea sobre Rusia están siendo eficaces?
R: Creo que las sanciones están teniendo un impacto considerable, pero no pondrán fin a la guerra a menos que otros países empiecen a prohibir las exportaciones rusas de petróleo y gas, como India y China. Trump nunca ha tenido una influencia real sobre Putin; la relación es totalmente al revés. Dudo que se reúnan pronto, y la exigencia de Trump de imponer sanciones a las dos principales compañías petroleras es su medida más efectiva hasta ahora: si la mantendrá o no es una cuestión abierta, ya que su posición cambia con frecuencia.
P: ¿Tiene la UE, o la llamada Coalición de los Voluntarios, la capacidad para dar a Ucrania el apoyo necesario para imponerse en la guerra??
R: No estoy seguro de qué significa exactamente "ganar" esta guerra. Si Ucrania logra expulsar a las tropas rusas de su territorio (posiblemente con la excepción de Crimea), habrá alcanzado una victoria moral. Sí, creo que la Coalición de los Voluntarios podría lograr ese objetivo si la Unión Europea se mantiene unida. En la actualidad existen algunas dudas, con Hungría y Eslovaquia a la cabeza de los disidentes. Pero es una buena señal que algunos de los miembros más grandes de la UE, así como el Reino Unido, Canadá y Australia fuera de ella, estén uniéndose en una base de apoyo más decidida a favor de Ucrania. La Coalición debe decidir qué es aceptable como solución a largo plazo para la guerra, y un conflicto congelado no debería formar parte de la discusión.
P: Dado el contexto actual, ¿cree que la entrega de misiles Tomahawk podría cambiar la situación en el campo de batalla? ¿Por qué EE UU se resiste a facilitar su envío?
R: Estados Unidos no quiere empujar a Rusia a una posición en la que el uso de sus armas nucleares se convierta en el último recurso. El ejército ruso ha logrado poco en los últimos dos años y carece de los recursos para seguir combatiendo a largo plazo. Además, el actual liderazgo -es decir, Putin y su Consejo de Seguridad- sobrevivirá o caerá según el resultado de su invasión de Ucrania. Un bombardeo extensivo de Moscú y de otras grandes ciudades o fábricas llevaría la guerra más allá de la defensa de Ucrania hacia el objetivo mayor de derrotar a Rusia y dejarla indefensa. El liderazgo podría llegar a la conclusión de que el uso de armas nucleares tácticas pondría fin a la resistencia ucraniana. No hay lógica en seguir ese camino. Tiene más sentido alcanzar una paz negociada sin escaladas, pero asegurando que Ucrania conserve las armas necesarias para defenderse.
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