Las condiciones de vida de Brigitte Macron se han degradado a partir de los bulos creados sobre su vida en los últimos años. Es la principal conclusión del testimonio de Tiphaine Auzière, hija de la primera dama francesa en el segundo día de juicio por ciberacoso sexista que sienta en el banquillo a diez acusados, ochos hombres y dos mujeres, todos ellos mayores de 40 años y con perfiles muy distintos que van desde publicista a vidente pasando por galerista de arte o profesor y que enfrentan una pena máxima de hasta dos años de cárcel. El expediente judicial del caso incluye unas 20 páginas de insultos publicados en la red social X, con calificativos como “satanista”, “pederasta” o “travesti”.

“He visto realmente un cambio y una degradación en su vida”, ha dicho la hija de Brigitte Macron añadiendo que su madre "se ve obligada a prestar atención a la ropa que lleva y a sus posturas, porque sabe que su imagen puede ser tergiversada en todo momento". Así lo ha declarado Auzière, abogada de 41 años, ante los magistrados del tribunal de París que juzgan desde el lunes este proceso. Muchos de los acusados se han ido defendiendo durante estas dos jornadas amparándose en dos argumentos: su derecho al “humor” y al de “plantear preguntas” sobre el género de la primera dama. Varios de los acusados dijeron sentirse “sorprendidos” por tener que responder por publicaciones que consideraban “satíricas”.

El proceso, que se celebra sin la presencia de la primera dama, representada por dos abogados, ha despertado una gran expectación mediática, con una nube de cámaras a la entrada de la sala del tribunal y cerca de una treintena de periodistas en la sala de audiencias. Debido al limitado aforo en la sala, decenas de curiosos se han quedado a las puertas del tribunal parisino.

La investigación por ciberacoso se encomendó a la brigada de represión de la delincuencia contra las personas tras una denuncia presentada por la propia Brigitte Macron en agosto de 2024, lo que dio lugar a varias oleadas de detenciones, en particular en diciembre de 2024 y febrero de 2025. Una de ellos, Amandine Roy, una "médium", deseó ejercer su derecho al silencio, explicando que ya se había "expresado" sobre el tema.

Es la responsable de un video viral publicado en 2021 en el que afirma que Brigitte Macron murió hace años en un accidente, y que su hermano Jean-Michel usurpó su identidad tras una transición de género para más tarde convertirse en primera dama de Francia. Teorías tan estrafalarias como ésta han sido después recogidas en EE.UU. Por otros personajes de la esfera conspiranoica como la Youtuber Candance Owens, cercana al movimiento MAGA, contra quien los Macron ya presentaron una demana el verano pasado.

Varias de las personas juzgadas en este proceso por ciberacoso en París compartieron publicaciones de Owens, quien tiene millones de seguidores en redes sociales y es autora de una serie de videos titulada "Becoming Brigitte" ("Convertirse en Brigitte"). La denuncia en EE.UU. representa uno de los pocos casos en los que un jefe del Estado en activo decide enfrentarse judicialmente a un bulo de este tipo. Si el juicio sigue adelante la pareja debería desplazarse hasta allí para declarar y el proceso se realizaría con un jurado popular.

La vidente Amandine Roy ya fue hallada culpable por difamación en 2024 y condenada por la justicia francesa a pagarle varios miles de euros en concepto de daños y perjuicios a Brigitte Macron y a su hermano, pero fue absuelta en apelación el pasado 10 de julio. Brigitte Macron y su hermano apelaron la decisión. Entre los acusados también se encuentra el publicista Aurélien Poirson-Atlan, de 41 años, conocido en las redes sociales como "Zoé Sagan".

Su cuenta de X, que está suspendida, ha sido objeto de varias denuncias y a menudo se presenta como vinculada a los círculos conspirativos. Varios de los acusados también han estado tiempo promocionando la idea de pederastia al inicio de la relación entre Brigitte y Emmanuel Macron por la diferencia de edad entre ambos (24 años), ya que se conocieron cuando ella era profesora de él en el instituto.

Ante los investigadores, Brigitte Macron calificó los mensajes de “odiosos” y denunció una “reescritura de su historia familiar” con consecuencias directas sobre su entorno, especialmente sus nietos. Sin embargo, también hay voces críticas estos días en Francia que estiman equivocada la cruzada judicial de los Macron al brindar ddemasiado espacio mediático estos días a personajes que estaban circunscritos a la nebulosa complotista en internet.