Bruselas

Multa de 4.500 euros a los violentos del UKIP

El Europarlamento estudia amonestar a los diputados que se pelearon en Estrasburgo

Steven Woolfe en el hospital De Hautepierr en Estrasburgo
Steven Woolfe en el hospital De Hautepierr en Estrasburgolarazon

El presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, afirmó ayer que «no hay espacio para la violencia» en la institución y pidió al comité ético de la Eurocámara que analice «con urgencia» el altercado ocurrido el jueves en Estrasburgo entre parlamentarios del UKIP

El presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, afirmó ayer que «no hay espacio para la violencia» en la institución y pidió al comité ético de la Eurocámara que analice «con urgencia» el altercado ocurrido el jueves en Estrasburgo entre parlamentarios del UKIP que acabaron con la hospitalización del euroescéptico Steven Woolfe tras una pelea con el también eurodiputado Mike Hookem. «Los hechos ocurridos son extremadamente serios. No hace falta decir que el comportamiento irrespetuoso y violento no tiene cabida en el Parlamento Europeo», afirmó Schulz. El socialista alemán dijo que «este tipo de conducta puede derivar en una infracción» del reglamento del PE y del código de conducta de los parlamentarios. «Como consecuencia, y al margen de las consecuencias jurídicas que este incidente pueda tener, he decidido remitir estos lamentables hechos al comité ético y pedir que lo traten como un asunto de urgencia», añadió.

Los dos miembros del UKIP involucrados en la pelea a puñetazo limpio podrían ser suspendidos durante 10 días, e incluso multados con una sanción de unos 4.500 euros. La amonestación podría también incluir la pérdida de dercho a voto de dos a diez días así como de las dietas que facilita la Eurocámara.

Por su parte, el eurófobo Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) puso en marcha una investigación sobre el altercado. En un comunicado emitido por el partido, Nigel Farage, el líder en funciones, confirmó que pidió al presidente de la formación, Paul Oakden, que lleve a cabo una investigación sobre lo ocurrido «de la que se descubrirá la verdad». La formación anti-UE y antiinmigración tendría que estar viviendo una luna de miel después de haber conseguido su objetivo: que los británicos apostaran por el divorcio con Bruselas. Sin embargo, se encuentra sumido en una gran crisis y la imagen que ahora representa al partido es la de Woolfe tirado en el suelo. El grave episodio tuvo lugar, además, tan sólo un día después de que Diane James dimitiera como líder tan sólo 18 días después de haber sido elegida.

Woolfe precisamente era el favorito a sucederla aunque su imagen ha quedado ahora profundamente deteriorada. El político, de 49 años, se sometió a un escáner cerebral el jueves como medida de precaución y el servicio de neurología donde se encuentra ingresado informó de que permanecerá hospitalizado dos días más por precaución.

Según Lisa Duffy, del UKIP, el eurodiputado ingresado le explicó que la disputa se inició con una conversación en la que, al parecer, el propio Woolfe habría indicado que se llegó a plantear pasarse al Partido Conservador. Otro miembro del UKIP, Nathan Gill, señaló tras visitar a su colega en el hospital que Woolfe ya había «tendido la mano de la amistad» al segundo hombre en discordia.

Hookem, señalado como supuesto agresor de Woolfe, negó ayer «categóricamente» que hubiese atacado a su compañero. En una entrevista concedida a la cadena BBC, ha reconocido que ambos discutieron por la exclusión de Woolfe del primer proceso de primarias para suceder a Farage (ahora líder interino) al frente del UKIP y que, posteriormente, se produjo una pequeña «riña». «Se levantó delante de todos y dijo: ‘‘Salgamos de la habitación’’. Creo que sus palabras fueron ‘‘mano a mano’’», confiesa Hookem, quien sí ha denunciado un «ataque» de su compañero de partido. «Vino hacia mí y me defendí», pero «no hubo puñetazos, ni bofetadas», asegura Hookem.