Política

Nueva Zelanda

El Daesh afirma que el atentado de Nueva Zelanda fue contra ellos y que esconden a Bagdhadi de EEUU

La organización terrorista pasa por uno de sus peores momentos, lo que les hace más peligrosos como las fieras acorraladas.

Abu Bakr al Baghdadi, en una imagen de archivo / Reuters
Abu Bakr al Baghdadi, en una imagen de archivo / Reuterslarazon

La organización terrorista pasa por uno de sus peores momentos, lo que les hace más peligrosos como las fieras acorraladas.

Que el Daesh pasa por uno de sus peores momentos es un hecho, lo que, con toda seguridad, le hace más peligroso, como las fieras acorraladas. Para tratar de animar a sus combatientes, afirman que el atentado de Nueva Zelanda ha sido contra la propia organización y que, si su “califa”, Abu Bakr Bagdhadi, no habla, es para evitar que los satélites norteamericanos localicen su teléfono y procedan a eliminarle.

El portavoz del Daesh, el Estado Islámico, Abu al-Hasan al-Muhajir (el extranjero) ha comparado el ataque a las mezquitas en Nueva Zelanda con la situación que sufre el grupo yihadista en Al Baghouz, su último bastión en Siria.

Según este individuo, del que se sabe muy poco y que sale a la luz mediante una grabación de 44 minutos después de un silencio de seis meses, se trata, en ambas situaciones, de ataques contra los musulmanes y, más concreto, contra el Daesh. “No hay diferencia entre Baghouz y Nueva Zelanda, y los soldados y simpatizantes del “califato” en la tierra de la infidelidad”.

Asegura que “las escenas de asesinato en las mezquitas despertarán a los yihadistas dormidos y motivarán a los partidarios del “califato” a vengarse “.

Con todo, lo más curioso del mensaje es la justificación que hace del silencio que mantiene el máximo cabecilla de la organización, Abu Bakr al-Bagdhadi, es por pura precaución (miedo), con el fin de que las fuerzas de la Coalición INternacional, con sus sofisticados sistemas de escucha (entre ellos los satélites norteamericanos), le localicen y le neutralicen, como les ha ocurrido a otros muchos dirigentes yihadistas. “Que Alá lo proteja”, concluye. Se trata de una expresión que se usa cuando una persona está viva, lo que parece ser cierto.

Hoy es el Bagohuz en el Levante (Siria). Los musulmanes siguen muriendo de quemaduras. Bombardeados con armas de destrucción masiva».