Israel

El voto árabe decidirá quién será el nuevo «premier» israelí

La Lista Unificada, tercera en los sondeos, apoyará al líder laborista

EL FAVORITO. El candidato de la opositora Unión Sionista, el laborista Isaac Herzog, encabeza los sondeos. En la imagen, Herzgo, en un mercado de Tel Avi
EL FAVORITO. El candidato de la opositora Unión Sionista, el laborista Isaac Herzog, encabeza los sondeos. En la imagen, Herzgo, en un mercado de Tel Avilarazon

Aún antes de saberse quién será el próximo primer ministro de Israel, ya está claro que estas elecciones harán historia. Por primera vez desde la creación del Estado de Israel en 1948, todos los partidos árabes que ya están representados en su Parlamento (Kneset) se han unido, y se presentan en estos comicios en la plataforma denominada «Al Qáeama al-Mushtáraka», que traducido del árabe significa «Lista Unificada».

El ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Liberman, que suele chocar y criticar abiertamente a los diputados árabes por sus posturas, acusándolos de ser «una quinta columna», sostiene que «lo único que puede unir a los comunistas y al partido islámico es su odio a Israel». Según Liberman, «si hablaran en los países árabes contra los gobiernos locales, como lo hacen desde el propio Parlamento israelí contra Israel, serían encarcelados».

Pero más allá de la unión, lo menos histórico que podría resultar de todo esto es que la lista mayoritariamente árabe sea la tercera fuerza política del país. De acuerdo a los últimos sondeos publicados ayer, éste sería en efecto el desenlace en las urnas: La Unión Sionista, encabezada por el jefe laborista Itzjak Hertzog y la ex ministra de Exteriores Tsipi Livni, en primer lugar; luego el conservador Likud del actual primer ministro, Benjamin Netanyahu, y tras ellos, la Lista Unificada, que tendría una leve ventaja sobre «El Hogar Judío» de Naftali Bennett y «Yesh Atid» de Yair Lapid.

Pero claro, éste es el escenario que dibujan ahora las encuestas. La situación exacta se conocerá tras las elecciones del próximo martes. Los diputados árabes esperan pasar de los once en el Parlamento actual (de un total de 120), a contar con no menos de 14 ó 15 representantes. Ello dependerá más que nada del porcentaje de participación en las elecciones. Durante las últimas, hace aproximadamente dos años, el 56% de los ciudadanos árabes con derecho a voto acudió a las urnas. «Esperamos que esta vez lo haga no menos del 70%», asegura la diputada Hanin Zoabi, de Balad, que vuelve a ser candidata también en estas elecciones. «Es probable que así suceda, porque la nueva lista da esperanza y el voto es una herramienta de lucha contra la frustración», explica.

Ayman Udah, que encabeza la Lista Unificada, alega que «somos discriminados y no hay igualdad», pero sostiene que la presencia en el Parlamento es clave. «Y nuestra aspiración es intensificar la cooperación con los judíos demócratas, para promover temas que ayuden a toda la población». Esto, además de recalcar que «la creación de un Estado palestino que viva junto a Israel es esencial para que el horizonte aquí cambie y la realidad sea de justicia y paz».

Hanin Zuabi, una de las diputadas árabes más polémicas por sus asiduas declaraciones que suelen considerarse provocativas y extremistas, sostiene que «la presencia en la Kneset nos da visibilidad y eso es muy importante, porque para Israel parece que la democracia es sólo para los judíos».