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Droide de batalla

Una empresa estadounidense ha creado un "droide de batalla": Star Wars pronto dejará de ser ciencia ficción

Ha nacido el soldado robot: una empresa de Estados Unidos presenta al Phantom MK-1, un humanoide de 1,75 metros y casi 80 kilos diseñado para el frente de batalla, aunque la decisión final siempre será humana

Una empresa estadounidense ha creado un "droide de batalla": Star Wars pronto dejará de ser ciencia ficción Foundation

Una empresa emergente de San Francisco, fundada este mismo año, ha dejado a un lado los eufemismos para anunciar su objetivo sin tapujos: la construcción y venta de un ejército de soldados mecanizados. La compañía, llamada Foundation, planea tener listas para el próximo año hasta 10.000 unidades de su primer modelo, el Phantom MK-1, un robot humanoide diseñado desde cero para operar en la primera línea de combate.

De hecho, sus características técnicas lo convierten en un sustituto directo de un soldado de infantería en las operaciones más peligrosas. Con 1,75 metros de altura y 79 kilogramos de peso, el autómata está preparado para ser la punta de lanza en misiones de reconocimiento o en la desactivación de explosivos, pudiendo transportar además cargas de hasta 20 kilogramos sin comprometer su movilidad. Su despliegue busca, según sus creadores, reducir drásticamente las bajas humanas en el frente. Esta tendencia hacia la automatización en el campo de batalla no es exclusiva del combate terrestre, pues ya se explora el creciente desafío de los drones marítimos en la guerra naval.

Sin embargo, para atajar el debate sobre la autonomía de las máquinas en el campo de batalla, la empresa asegura que el Phantom MK-1 funciona bajo un estricto control donde la decisión final es humana. Este sistema, conocido como «humano en el bucle», permite que la inteligencia artificial gestione tareas complejas como la navegación, pero supedita cualquier acción crucial a la supervisión de un operador remoto, tal y como han publicado en Interesting Engineering. Este enfoque en la supervisión remota es clave en un contexto donde se desarrollan innovadores métodos de despliegue, como la capacidad de los aviones cisterna para lanzar drones en pleno vuelo.

La fiabilidad como arma principal

En este sentido, el diseño del robot prioriza la funcionalidad en el campo de batalla por encima de la sofisticación tecnológica. Un ejemplo claro es la elección de cámaras convencionales para la percepción del entorno, en lugar de los frágiles y complejos sensores LiDAR. Esta decisión persigue simplificar su mantenimiento y garantizar su operatividad en las condiciones más adversas imaginables.

Más allá del conflicto, sus responsables ya exploran un horizonte de aplicaciones civiles para su tecnología. Contemplan su integración en las cadenas de montaje de la industria pesada, en la logística de grandes almacenes e incluso en la exploración de Marte, demostrando la versatilidad de una creación que, aunque concebida para la guerra, podría tener un porvenir muy distinto.