Entre la amenaza libia y la sombra de Idomeni

El acuerdo firmado por la UE y Turquía ayer sólo es una solución temporal y extraordinaria para tratar de frenar a los migrantes que pretendan viajar desde Turquía hacia Grecia desde el próximo domingo en adelante. Sin embargo, quienes quedan al margen del acuerdo son los más de un millón de demandantes de asilo que han llegado entre 2015 y este año a territorio comunitario. Sin duda, el campamento de Idomeni, ubicado en el norte de Grecia en su frontera con Macedonia, representa en estos momentos la imagen de la desesperación de miles de seres humanos que se encuentran prácticamente desamparados. Ya hay casi 50.000 migrantes en Grecia, 10.500 de los cuales malviven en dicho campamento. En la cumbre no se trató en ningún momento su futuro, puesto que el acuerdo no es retroactivo.

A lo que sí hubo referencias en la cumbre fue a las posibles rutas alternativas a la de los Balcanes, que queda ahora sellada. Este asunto preocupa, en mayor o menor medida, al conjunto de los Estados miembros que se encuentran a orillas del Mediterráneo y los líderes mostraron su disposición a prestarle una especial atención en el futuro.

Otro asunto tratado fue la difícil situación actual en Libia. En una reunión en la que participaron los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España, se expuso con preocupación la inestable situación política y la cada vez más importante actividad de grupos terroristas, entre ellos el Estado Islámico. El presidente español en funciones, Mariano Rajoy, afirmó que «las cosas no van bien allí» y mostró su predisposición a apoyar «al gobierno que salga designado» puesto que, según expuso, «su creación y puesta en funcionamiento supondría un punto de partida que cree ilusión y objetivos que sean bienestar y riqueza de todas las personas».

La preocupación del país norteafricano crece día a día en el seno de los 28. De hecho, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, ha alertado de que hay «más de 450.000 personas desplazadas internas y refugiados en Libia que podrían ser candidatos potenciales para la inmigración a Europa». Lo ha hecho en una carta a los ministros de Exteriores de los Veintiocho. «El conflicto en marcha en Libia y la falta de ley permite a traficantes operar con inmunidad. Estabilizar Libia constituye un paso crucial para impedir la pérdida de vidas frente a las costas libias y en la ruta del Mediterráneo Central», ha explicado la jefa de la diplomacia europea en una misiva a los ministros de Exteriores de la UE. En la misiva, fechada el 12 de marzo y a la que ha tenido acceso Europa Press, Mogherini también subraya la necesidad de cooperar con Marruecos, en «todos los ámbitos», a la luz de desafíos «importantes» como la crisis migratoria.

No obstante, Rajoy dijo ayer que «España no tiene ningún temor a verse convertida o convertirse en ninguna suerte de ruta alternativa a la emigración. España ha recibido a mucha gente a lo largo de muchos años. De hecho es el país de Europa en proporción al número de habitantes, donde hay más personas de fuera», comentó en la rueda de prensa posterior a la cumbre.