Política

Mar del Norte

Escocia podría empobrecerse hasta un 4 por ciento si se independiza

El ministro de Finanzas británico, George Osborne, ha advertido este martes de los costes que traería consigo la independencia de Escocia y ha asegurado que Escocia podría empobrecerse hasta un 4 por ciento más en los próximos 30 años, además de hacerse excesivamente dependiente de los volátiles ingresos fiscales de la industria de petróleo y gas.

Osborne ha afirmado en una conferencia de energía en Aberdeen, centro de la industria petrolera escocesa, que las exportaciones escocesas a Reino Unido podrían caer hasta un 80 por ciento en los próximos 30 años si finalmente se vota por la secesión en el referéndum del año que viene.

El ministro de Finanzas británico --cuyo Gobierno se opone a la independencia de Escocia-- también ha detallado el compromiso del Ejecutivo británico para ofrecer desgravaciones fiscales a las empresas petroleras que tengan que enfrentarse al coste del cierre de sus plataformas en el Mar del Norte.

"Este compromiso representa alrededor del 1 por ciento del Producto Interior Bruto (GDP por sus siglas en inglés) de Reino Unido. Representaría alrededor del 12 por ciento del PIB de Escocia. El Gobierno escocés debe explicar cómo podría pagarlo", ha afirmado Osborne.

El Gobierno británico ha encargado una serie de informes de las consecuencias económicas y legales que tendría la independencia de Escocia, en un intento por hacer cambiar la opinión pública antes del referéndum, previsto para septiembre de 2014. Las encuestas sostienen que un tercio de los votantes escoceses quieren la independencia, mientras que cerca del 60 por ciento quiere permanecer como parte de Reino Unido.

La última investigación del Tesoro británico sostiene que los 'efectos frontera' negativos existen incluso aunque hubiera un acuerdo de libre comercio, mediante una comparación con la frontera entre Canadá y Estados Unidos. La economía de Escocia asciende a unos 190.000 millones de euros --tamaño similar a Nueva Zelanda-- y representa el 8 por ciento de la economía de Reino Unido.

Las caídas en la producción de petróleo británica, en declive desde 1999 ha frenado la economía del país en los últimos años y el aumento de impuestos en 2011 provocó predicciones extremas sobre el futuro de la producción petrolífera en el Mar del Norte.

Los nacionalistas escoceses sostienen que un parlamento completamente independiente en Escocia podría atraer la inversión a través de bajos impuestos y podría emplear los ingresos provenientes del petróleo de forma más eficiente.

El primer ministro escocés, Alex Salmond, anunció el pasado mes de marzo que el referéndum sobre su independencia se realizaría el 18 de septiembre de 2014, con lo que se iniciaba la cuenta atrás para una consulta en la que confía en convencer a la mayoría de los cinco millones de escoceses para que apuesten por la secesión de Reino Unido.