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España fue en 2018 la principal ruta de migración ilegal en la UE

Frontex alerta a España de que puede sufrir este año un nuevo pico.

España fue en 2018 la principal ruta de migración ilegal en la UE
España fue en 2018 la principal ruta de migración ilegal en la UElarazon

Frontex alerta a España de que puede sufrir este año un nuevo pico.

España se convirtió en 2018 en la principal ruta migratoria de acceso a la UE y esta tendencia continuará este año. Así se desprende del informe desvelado ayer por la agencia de control de Fronteras europea (Frontex). A pesar de los intentos de la diplomacia española de que Marruecos controle los flujos migratorios, España registró el año pasado 56.844 llegadas irregulares por la denominada ruta del Mediterráneo Occidental, el doble del año anterior (23.063), y el record podría repetirse ese año. Si se compara con el resto de los países ribereños, más de un tercio (casi un 38%) de las llegadas totales (150 .114) corresponden a nuestro país, lo que contrasta con la tendencia de otros puntos de entrada. Frontex pronostica un nuevo pico este año, pero no da cifras.

El caso inverso se ha producido en la ruta del Mediterráneo Central que el año pasado registró una caída en picado respecto al año anterior (23.585 frente a 118.962). Este desplome del 80% se debe a que la ruta a través de Libia se ha vuelto más incierta. Según señala este informe, «se considera más lenta y peligrosa y, en definitiva, tiene menos oportunidades de éxito».

A pesar de lo preocupante de la situación para España, el directo ejecutivo de Frontex, Fabrice Laggeri, cree que la cooperación con el reino alauí es «buena» y calificó al país como un «socio cercano» tanto para España como para el resto de la UE. «Sabemos que las autoridades de Marruecos detectan e impiden muchos intentos de pasos irregulares», aseguró Laggeri, quien también puntualizó que el país debe lidiar con sus propias presiones migratorias internas. Marruecos se convirtió en 2018 en el principal punto de salida, provenientes en su mayoría del África subsahariana. Por nacionalidad, la marroquí fue la más numerosa, seguida por guineanos, malienses y argelinos.

España ha batallado para que la UE agilice el desembolso de 140 millones de euros para que las autoridades marroquíes hagan frente a la situación, una cifra muy lejana a los 6.000 millones de euros prometidos a Turquía en el acuerdo de 2016 y que consiguió el desplome de las llegadas de los demandantes de asilo sirios a través de las islas griegas. La Secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, viajó a Bruselas en enero para pedir más fondos y se quejó de la exacerbada burocracia europea.

A pesar de estos datos, Frontex es relativamente optimista si compara los datos del último año con los peores momentos de la crisis de refugiados de 2015. Según Laggeri, ya no vivimos «una crisis acuciante de migrantes irregulares», pero «se puede ver que hay presión». Si se comparan el número total de llegadas del año 2018 respecto al año anterior, la cifra también se ha reducido un 27%. Pidió aprovechar el momento para consolidar la gestión de fronteras a nivel europeo.

Como buena señal, ayer los embajadores de los Veintiocho aprobaron la puesta en marcha de una guardia costera europea con hasta 10.000 efectivos que pueda desplegarse en los países de llegada ante picos de entradas. Ahora deben comenzar las negociaciones con la Eurocámara.