Política

Espionaje en EEUU

Espiar lo que debes, no lo que puedes

La Razón
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- ¿Hasta qué punto es creíble la propuesta del Senado norteamericano para revisar sus sistemas de espionaje?

–El Comité de Inteligencia del Senado funciona desde 1970 y sí es cierto que posee importantes poderes de supervisión en esta materia. Su presidenta, Diane Feinstein, ha prometido una revisión de todos los programas de recolección de inteligencia (incluida la de la NSA), pero esta Cámara no tiene la última palabra sobre cómo debe funcionar la comunidad de inteligencia de la nación, sino que corresponde al presidente Barack Obama.

- Obama se ha comprometido a frenar la vigilancia de sus servicios secretos a líderes mundiales. ¿Es posible poner bajo control a las agencias?

–Ha dicho que realizará un examen interno de las operaciones de recolección de inteligencia para asegurarse de «que todo lo que somos capaces de hacer no implique que debamos hacerlo». Eso se traducirá en conversaciones con sus aliados, especialmente con Alemania, pero es demasiado precipitado para afirmar que supondrá una retirada de sus sistemas. De todos modos, lo que acuerden siempre será un secreto. Eso sí, nunca renunciarán a seguir espiando.

- ¿Le preocupa realmente a EE UU la irritación de Europa tras filtrarse cómo y en qué medida ha sido espiada?

–Creo que la reacción de Europa se deriva en gran parte de la desconfianza generalizada que tienen sus países miembros hacia Estados Unidos o, quizá, por el desconocimiento que hasta ahora tenían sobre la realidad de la capacidad de recopilación que posee la inteligencia moderna. Aquellos que están más cercanos a ello, como Gran Bretaña, son los que han tenido reacciones más templadas.

- ¿Comprenderá Obama que países supuestamente espiados como España abran investigaciones sobre el asunto?

–Los gobiernos europeos están respondiendo a este atropello con el correspondiente instinto político. En el caso de España, me consta que EE UU tiene en gran consideración a la inteligencia española –aunque sus relaciones no sean tan estrechas como las que mantiene con Washington y Londres–, por lo que su espionaje tan sólo se habrá centrado en cuestiones de terrorismo, inmigración ilegal y economía.

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*Profesor especializado en servicios de Inteligencia y Seguridad Nacional en la Universidad de Ottawa. Preguntas realizadas por Ángel Nieto.