Noruega

La psiquiatra asegura que Breivik es tan peligroso hoy como hace diez años

“No ha cambiado el riesgo de que pueda cometer actos violentos en el futuro”, advierte durante la vista sobre la petición de libertad condicional del terrorista neonazi

El neonazi Anders Breivik escucha la declaración de la psiquiatra Emily Krokann durante la segunda sesión de la vista judicial
El neonazi Anders Breivik escucha la declaración de la psiquiatra Emily Krokann durante la segunda sesión de la vista judicialOle Berg-RustenAgencia AP

El alegato de martes del terrorista neonazi Anders Breivik ante el tribunal que estudia si le concede la libertad condicional que reclama no parece convencer a su psiquiatra, Randi Rosenqvist. En su opinión el autor de los atentado de Oslo y Utoya de 2011, que dejaron 77 muertos y abrieron una enorme herida en la sociedad noruega, sigue siendo tan peligroso ahora como hace diez años.

“Considero que Breivik tiene el mismo diagnóstico que ha tenido todo este tiempo. No ha cambiado el riesgo de que pueda cometer actos violentos en el futuro, igual que en 2012 y 2013, cuando escribí los primeros análisis”, afirmó Rosenqvist este miércoles en el gimnasio de la prisión de Skien, donde cumple condena el terrorista y que acoge las vistas por motivos de seguridad.

Tras los siete exámenes clínicos a los que ha sometido al ultraderechista y la información suministrada por las autoridades penitenciarias, la psiquiatra no concede credibilidad a las palabras de Breivik, que un día antes aseguró al tribunal que mantenía sus ideas neonazis, pero ya no era partidario del uso de la violencia para ponerlas en prácticas. Llegó incluso a prometió renunciar a la política si se le permitía marcharse a vivir a un lugar remoto del Ártico.

“No se puede confiar en él, hay que estar preparados, puede tener otros motivos. Cuando dice algo, se lo cree, pero luego dice otra cosa distinta”, explicó Rosenqvist mientras Breivik movía la cabeza. Según el diagnóstico de la única psiquiatra llamada a comparecer ante el tribunal, el neonazi todavía sufre trastornos de personalidad “asociales, histriónicos y narcisistas”. Breivik tiene rasgos autistas y del síndrome de Asperger, pero no es esquizofrénico, sino una persona disocial y narcisista, sostuvo la psiquiatra.

El ultra noruego, de 42 años, se había mostrado este martes más moderado que en anteriores ocasiones, aunque eso no evitó que repitiera el saludo nazi al inicio de la vista y que enseñase un cartel con el mensaje e inglés “Detengan el genocidio contra las naciones blancas”. El extremista de derechas vuelve a ser el centro de la atención mediática y no lo desaprovecha.

Breivik fue condenado a 21 años de prisión en 2012, pero su pena se puede ampliar de forma indefinida si se considera que aún representa una amenaza para la sociedad. Tras cumplir sus primeros diez años en prisión, el terrorista tiene derecho a solicitar su libertad provisional, si bien es poco probable que la justicia se la conceda. Este jueves se celebra la última sesión de la vista.