Máxima tensión

La batalla de Ucrania por mantener el espacio aéreo operativo

Las preocupaciones de las aerolíneas pueden plantear un serio problema al Gobierno ucraniano

El espacio aéreo ucraniano es el nuevo tópico de todos los despachos en Kiev
El espacio aéreo ucraniano es el nuevo tópico de todos los despachos en KievCzarek SokolowskiAgencia AP

A Zelenski se le complican las cosas por momentos. Solo un día después de hacer un llamamiento a las autoridades estadounidenses para que no aumenten el pánico entre la población, donde dijo que “ahora el mejor amigo de los enemigos es el pánico en nuestro país” y previno sobre el exceso de información diciendo que “solo ayuda al pánico y no nos ayuda a nosotros”, desde la mañana de este domingo se ha visto envuelto en una nueva batalla: la de mantener operativo el espacio aéreo ucraniano. Todo comenzó ayer, cuando la aerolínea ucraniana SkyUp lanzó un comunicado donde se especificaba que una de sus aeronaves había tenido que aterrizar en el aeropuerto de Chisinau, la capital de Moldavia. Continuaba el mensaje diciendo que “el arrendador (del avión), residente en Irlanda, informó a la aerolínea sobre la prohibición inmediata de entrada de la aeronave UR-SQO al espacio aéreo de Ucrania”.

Desde entonces, el espacio aéreo ucraniano es el nuevo tópico de todos los despachos en Kiev. El medio ucraniano Strana anunciaba hoy que “el 12 de febrero de 2022, las compañías de seguros más grandes del mundo informaron a las compañías aéreas ucranianas que dejarían de asegurar aeronaves para vuelos en el espacio aéreo ucraniano en un plazo de 48 horas”. Un batacazo para los ucranianos y su trastocada economía. Los continuos avisos de Washington sobre una invasión rusa en conjunto con las recomendaciones hechas por numerosos países europeos (entre ellos España) a sus ciudadanos para que abandonen el país, y ahora esto, preocupa de sobremanera a Zelenski.

Porque la respuesta a la decisión de las aseguradoras no se ha hecho esperar. La aerolínea holandesa KLM ha decidido paralizar temporalmente los vuelos a este país y se espera que otras compañías le sigan. Fuentes próximas al Gobierno ucraniano aseguran que este tipo de medidas perjudican a la economía ucraniana, además de desatar el pánico entre su población, de manera que insisten en expresar un mensaje de calma a sus ciudadanos frente al bombardeo de la prensa internacional. Este domingo se celebró una reunión con miembros de la Oficina del Presidente de Ucrania, el Servicio Estatal de Aviación de Ucrania, UkSATSE, el Aeropuerto Internacional de Borispol y las aerolíneas ucranianas con intención de abordar la situación del mercado del transporte aéreo. Según informa la agencia EFE, el portavoz del ministerio declaró al término de la reunión que se había elaborado “una solución para evitar un mayor agravamiento de la situación” y que “el Estado ucraniano está listo para apoyar a las aerolíneas y planea aportar garantías financieras adicionales para apoyar el mercado aéreo”.

El vuelo 17 de Malaysia Airlines

La reacción de las aseguradoras no es puro histerismo. Todos recordamos demasiado bien el vuelo 17 de Malaysia Airlines que volaba la ruta de Ámsterdam a Kuala Lumpur. Sobre todo los holandeses. Uno de los mayores desastres en la historia de la aviación civil tuvo lugar cuando un grupo de separatistas prorrusos dispararon un misil tierra-aire Buk a la altura de Donetsk, acabando con la vida de 298 personas. Temerosos de que una situación como esta se repita, con un ojo puesto en las maniobras militares que están celebrándose estos días en Bielorrusia y el mar Negro, los directivos de KLM han optado por la opción segura.

Sin embargo, parece que el mensaje de Zelenski consigue cuajar entre la población. Por las calles de Kiev se respira el mismo ambiente que ayer, fresco, relajado dentro de la tensión del día a día que aguantan los ucranianos. Como ocurre cuando uno vota a los partidos políticos, los kievitas eligieron hace tiempo si habría guerra o no, cada uno lo pensó por sí mismo y una noticia más o menos no harán que cambien de opinión fácilmente. Es una opinión mayoritaria entre las personas a las que pregunto por la calle de Kiev que no habrá guerra, es más, todavía no he encontrado a un ucraniano que crea firmemente en la posibilidad de un conflicto a gran escala. Lo explica mejor Petrov, un seguidor de Zelenski que vive en mi edificio: “pero de nada nos servirá que no haya guerra si estamos arruinados, lo entiendes, los tuyos no tienen que tener miedo por nosotros”.