Presidenciales
Macron llama a la movilización contra los extremismos
A una semana de la batalla por la reelección, el presidente francés organiza su gran acto de campaña en La Défense Arena y pide a sus seguidores no confiarse por las encuestas favorables
Estamos a las puertas de La Défense Arena, a las afueras de París, y hace un frío de cuatro grados que cala los huesos. Pero eso no parece importar a los cientos de personas que ya se agolpan para ver a Emmanuel Macron, en el único meeting de campaña que ha previsto de cara a las elecciones presidenciales que se celebran este 10 de abril.
Al contrario, esperan con gusto, con ansias de escuchar el discurso y con el anhelo de acercarse a tocar al presidente. El candidato ha escogido la sala de eventos más grande de Europa –con capacidad para 40.000 personas– para darse un baño de masas y apostarle a la reelección. El show es total. Luces azules, blancas y rojas; pantallas gigantes, juegos pirotécnicos, humo y música electrónica. A las cuatro en punto, se apagan las luces y comienza la cuenta regresiva para la entrada al recinto de la estrella del evento. No es Lady Gaga ni Will Smith. Es Emmanuel Macron.
Los presentes, vestidos con camisetas en apoyo al candidato, entran en estado de euforia. Gritan de emoción, cantan La Marsellesa, agitan sus banderas y corean el eslogan político de la ocasión: «¡Y uno, y dos… y cinco años más!». Entre ellos, está Bernard, de 53 años, que responde a LA RAZÓN con entusiasmo pero sin ser demasiado condescendiente: «Vengo a escuchar su discurso para saber si va a mantener el rumbo con respecto a la amenaza de Rusia y a la ruina de Ucrania. Creo que si Macron no es capaz de defender a los franceses, entonces que renuncie». Por su parte, Janine, de 65 años, lo defiende a capa y a espada: «Ante todas esa críticas injustas que ha recibido últimamente, yo vengo a apoyarlo. Él está haciendo lo que puede como presidente de Francia y de la Unión Europea. Se le reclama que se ocupe demasiado de Ucrania, pero yo creo que tenemos suerte de que lo haga. Los demás candidatos no están a la altura, no entienden la situación de peligro nacional en la que estamos».
En La Défense Arena, se ve especialmente una gran masa de gente joven. Chicos de veintitantos años que se identifican con «Manu», el candidato más joven de la contienda. El que se viste de sudadera y zapatillas para hablar con Putin y el único que ha entendido que la informalidad de las redes sociales puede ser poderosísima. En esas filas de jóvenes encontramos a Anastasia, de 25 años: «Creo que Macron debería poner el acento en la educación, especialmente en esos jóvenes que pasan del liceo a la universidad y que tienen índices de fracaso importantes en el primer año. Hay que orientarlos mucho más. También me gusta su visión económica e inclusiva, que no la veo por ninguna parte en el discurso de los otros candidatos». Y así, entre expectativas y mucho espectáculo, el candidato Macron sube triunfante a la tarima para hablar durante más de dos horas y media, interrumpido sólo por los aplausos y las consignas de apoyo.
Justicia social
La frase más pronunciada por Macron en su discurso ayer tiene que ver con la injusticia, haciendo referencia a las bajas pensiones de los jubilados, a las desigualdades salariales entre hombres y mujeres, a la necesidad de atender los barrios donde la peligrosidad es la regla e incluso, a la necesidad de aumentar en 50% las ayudas a las madres solteras. Macron también se atreve a tocar en su discurso temas tan delicados como el incesto y la violencia contra los niños. «La vergüenza que sienten las víctimas que no han podido expresarse durante años… esa vergüenza va a cambiar de lado», dice el candidato. Macron también promete más seguridad, con un programa de duplicación de la presencia policial en las calles. Promete igualmente crear 1.500 puestos de magistrados para poder «juzgar más rápido». Al final de su discurso, enfila su artillería contra su oponente más cercana, aunque sin mencionarla: Marine Le Pen. La candidata del partido Ressemblement National está de segunda en los sondeos con un 17% de intención de voto y todo apunta a que se repetirá el mismo escenario del 2017: una segunda vuelta disputada entre Macron y Le Pen. El presidente fustigó a la extrema derecha como movimiento, llamándola «heredera de los que combatieron al general de Gaulle», y alertando contra el «peligro extremista».
Los organizadores del meeting calculan que unas 30.000 personas asistieron este sábado a La Défense Arena para apoyar a Emmanuel Macron en su carrera hacia la reelección. Un apoyo masivo que coincide con los últimos sondeos, que estiman en 28% la intención de voto para la primera vuelta este 10 de abril.
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