Bruselas

La reforma de los tratados divide a la Unión Europea

Macron y Von der Leyen consideran imprescindible acabar con la unanimidad para avanzar en la política exterior y de defensa europea

La celebración de este año es especial ya que coincide con la clausura de la Denominada Conferencia de Europa
La celebración de este año es especial ya que coincide con la clausura de la Denominada Conferencia de EuropaRONALD WITTEKAgencia EFE

El club comunitario celebra este 9 de mayo, proclamado Día de Europa ya que se conmemora la Declaración de Sshuman, con un ojo puesto en Ucrania y otro en su propio futuro, teniendo en cuenta que los dos escenarios están conectados

La celebración de este año es especial ya que coincide con la clausura de la denominada Conferencia de Europa, un proceso de un año de duración por el que ciudadanos anónimos reunidos en diferentes paneles y formatos han reflexionado sobre el futuro del club europeo, lo que ha dado pie a 49 propuestas que el Ejecutivo comunitario promete tomarse muy en serio y que abarcan desde el ámbito sanitario, de máxima prioridad tal y como nos ha enseñado la pandemia del coronavirus, hasta la política exterior.

Como no hay rosas sin espinas, el alcance de estas iniciativas ya han empezado a crear las primeras fricciones, aunque ayer fuera un día de celebración. Según proclamó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la institución que preside hará las primeras propuestas basadas en este informe el en discurso sobre el Estado de la Unión en el mes de septiembre y estas medidas se deberán impulsar “usando todos los límites de los que podemos hacer dentro de los Tratados y, sí, cambiando los Tratados dónde sea necesario”. Una idea que ha sido respaldada por Emmanuel Macron que, como presidente rotatorio de la UE también participó de la ceremonia de ayer. Su discurso era muy esperado, al ser el primero tras su reelección y en él, el presidente francés ha abogado por tratar este tema con “audacia”. “Será necesario reformar los textos, es evidente. Una de las vías de esa reforma es la convocatoria de una convención de revisión de los tratados”, aseguró el presidente francés.

La semana pasada, en su comparecencia ante la sesión plenaria en Estrasburgo, el primer ministro italiano Mario Draghi también abogó por dar un paso de este tipo y se refirió a la necesidad de eliminar la regla de unanimidad que ahora rige la política exterior europea y que lastra la toma de decisiones ya que un solo país tiene capacidad de bloqueo. Este mismo fin de semana, ha sido imposible avanzar en la imposición del embargo al petróleo ruso debido a las reticencias sobre todo de Hungría. Budapest quiere un periodo de adaptación lo más largo posible, un mínimo de cinco años, para poder amortiguar el golpe. Esto ha propiciado que, tras el acto en Estrasburgo, von der Leyen viajara a Budapest para intentar desbloquear las negociaciones.

El Parlamento Europeo, claramente partidario de una reforma, quiere aprovechar la oportunidad para ganar más poder y ampliar su derecho de iniciativa legislativo a la vez que defiende la necesidad de que Bruselas gane competencias en ámbitos como defensa o sanidad.

Pero para algunos estos propósitos suponen abrir la Caja de Pandora. Desde la non-nata Constitución Europea que fue rechazada en referéndum por Holanda y Francia y que después fue sustituida por el Tratado de Lisboa de mucha menor ambición, muchas capitales van con pies de plomo a la hora de plantear una propuesta de este tipo y prefieren avanzar apurando al máximo las posibilidades del marco legislativo actual.

De hecho, la mitad del club europeo está en contra de estas promesas de reforma de los tratados. En un texto publicado este lunes, trece capitales europeas expresan sin ambages sus reservas. “No estamos a favor de los intentos irreflexivos y prematuros de poner en macha” este procedimiento, aseguran países Suecia, Polonia, Rumanía, Finlandia, Dinamarca, Malta, la República Checa, Eslovenia, Bulgaria, Croacia y las tres repúblicas bálticas.

La ceremonia estuvo plagada de referencias a Ucrania, ya que el desarrollo de la guerra marcará la arquitectura de seguridad europea. “Para Europa, la memoria del pasado siempre ha marcado nuestro futuro. Los intentos flagrantes de Rusia de rediseñar los mapas y de reescribir la parte más trágica de nuestra Historia nos enseñan el peligro de perder el control de nuestro pasado y nuestro futuro”, ha señalado von der Leyen para después señalar que el futuro de Ucrania está en la UE. Se espera que el informe sobre si la antigua república soviética puede ser un país candidato se haga público en el mes de junio, aunque Macron propuso ayer la creación de una “comunidad política europea” a la que se puedan incorporar países como Ucrania mientras negocian la adhesión a la UE, un proceso que puede durar años o incluso décadas. “La UE, teniendo en cuenta su nivel de integración, no puede ser a corto plazo el único modo de estructurar el continente europeo”, señaló el presidente francés que incluso abrió la puerta a que en esta nueva organización pueden tener cabida “los que se han ido”, en alusión a Reino Unido.