Guerra

Francotiradores contra los rusos: “Preferiríamos no tener que pelear, pero Putin es el nuevo Hitler"

Estos soldados de Ucrania son claves en la contraofensiva ante Rusia y llevan a cabo peligrosas misiones dentro de la línea del frente

“Nuestros francotiradores infunden en los rusos el mismo pánico que los HIMARS o tanques”, dice Yuri Chornomorets a “La Razón”. Teólogo y doctor en filosofía de 49 años, fue entrenado como francotirador en su juventud por su abuelo y participó en la defensa de Kyiv en los primeros meses de la invasión.

Después de llevar a cabo peligrosas misiones detrás de la línea del frente, incluida la zona de Chernobyl, su salud se deterioró. Desde entonces, se ha centrado en ayudar a equipar a cientos de francotiradores ucranianos. Recauda fondos en las redes sociales y permanece en contacto con múltiples francotiradores en varias partes de la línea del frente. “A menudo se pasa por alto su papel. Las pérdidas rusas a causa de los francotiradores son sólo superadas por las de artillería, ya que cada segundo disparo suele alcanzar el objetivo”, subraya.

Explica que los francotiradores suelen operar en grupos, a menudo acompañados por otros soldados. Aquellos grupos militares que incluyen francotiradores tienen tasas de bajas 4 o 5 veces menores que los demás. Ayudan a detener el avance del oponente y desempeñan un papel crucial en la contraofensiva en curso.

Recientes comunicados del ejército ucraniano han destacado la importancia de los francotiradores en impedir el avance ruso hacia Kupyansk en el norte de la región de Jarkiv. “Los grupos de francotiradores, de 6 a 10 cada uno, también fueron extremadamente eficientes en Bajmut. Los rusos llamaron “camino de la muerte” al lugar donde actuaron nuestros francotiradores, eliminando a la infantería rusa”, comparte Chornomorets.

En Zaporiyia, como en contraofensivas anteriores, los francotiradores contribuyen eliminando posiciones de los ametralladores rusos. Estas posiciones suelen estar bien protegidas por armaduras. Algunos sólo se hacen evidentes durante un asalto con la infantería ucraniana sufriendo bajo su fuego. La artillería a menudo no es suficiente precisa y no puede eliminarlos así que corresponde a los francotiradores hacerlo.

Además, una de las habilidades que definen al francotirador es saber actuar como explorador. A veces su misión termina sin disparar un tiro. En cambio, los francotiradores entregan coordenadas para que la artillería ucraniana ataque un objetivo valioso o notifican a la infantería sobre posibles oportunidades para el ataque.

En el sur, esto a menudo hace que los francotiradores sean invaluables para guiar a los soldados ucranianos a través de los campos minados rusos. Cuando los rusos intentan contraatacar, los francotiradores, junto con los ametralladores, ayudan a repelerlos, sin escatimar municiones.

“Los rusos tienen miedo incluso de levantar la cabeza cuando saben que hay francotiradores operando en la zona”, explica Chornomorets.

Además de emplear balas ordinarias para eliminar a las tropas enemigas, la munición perforante se utiliza para eliminar las posiciones blindadas de ametralladores, vehículos blindados e incluso para ahuyentar a los helicópteros rusos K-52.

“Algunas unidades ya tienen la tradición de que los francotiradores maten al personal escondido dentro de los vehículos blindados rusos. Una vez limpio el interior, los vehículos se pueden utilizar inmediatamente. Esto es mucho más eficaz que destruirlos con artillería o misiles antitanques”, afirma Chornomorets.

Los francotiradores también operan intensamente a lo largo del Dnipro, causando grandes pérdidas a los rusos al otro lado del río.

“Incluso si no oímos hablar de los avances de Ucrania todos los días, la principal tarea de esta contraofensiva es agotar las fuerzas rusas. Sus pérdidas son colosales y nuestros francotiradores contribuyen mucho”, subraya Chornomorets.

Una variedad de rifles disponibles permite a los francotiradores trabajar a distancias que van desde cientos de metros del enemigo hasta más de 2 kilómetros. Los mejores pueden matar a oficiales rusos desprevenidos a unos 2.800 metros de distancia.

“Intentamos asegurarnos de que cada grupo de francotiradores tenga una combinación de varios rifles y otras herramientas y pueda realizar multitud de tareas de todo tipo”, explica Chornomorets.

Sólo los tiradores más hábiles, que sean muy pacientes y cuidadosos, pueden convertirse en buenos francotiradores. “Tienen que controlar sus emociones, su respiración e incluso los latidos del corazón”.

Chornomorets se maravilla de su carácter y coraje, comparándolos con los samuráis. “Son caballeros modernos, verdaderamente la élite del ejército ucraniano. Su abnegación y cuidado ayudan a salvar a cientos de nuestros soldados”.

Además de proporcionar varios rifles y miras, el voluntario ayuda a equipar a todos los francotiradores con ponchos, que los hacen invisibles para el enemigo que utiliza cámaras termográficas.

Señala que el Estado ruso está invirtiendo mucho en sus francotiradores. Destaca a la Guardia Nacional Rusa, que contiene muchos soldados veteranos. Las sanciones lo están haciendo más difícil, pero Rusia parece tener un stock de rifles de alta calidad fabricados en el extranjero, además de sus propias armas, algunas de las cuales son bastante buenas.

Sin embargo, cuando se trata de duelos de francotiradores experimentados, los ucranianos suelen ganar, afirma. “En un caso, nuestro francotirador tuvo que pasar 18 horas sin moverse para no ser detectado antes de que su oponente finalmente se moviera y fuera eliminado”, recuerda.

Sin embargo, los duelos así son relativamente raros. Una vez que se detecta a un francotirador, generalmente se utilizan tanques y artillería para intentar matarlo. Los francotiradores son un objetivo valioso, dice Chornomorets, recordando un caso en el que un francotirador ucraniano tuvo que soportar cuatro salvas de Grad ruso. Escapó con vida.

Entrenar a un francotirador normalmente lleva mucho tiempo. La impaciencia cuesta vidas. Durante la guerra, los francotiradores menos experimentados se incorporan a equipos donde sus colegas más hábiles, algunos con experiencia en misiones ucranianas en Irak y Afganistán, pueden ayudarlos a mejorar durante las misiones de combate.

De los 330 francotiradores ucranianos, hombres y mujeres a los que Chornomorets ha estado ayudando, 7 han fallecido y 7 han quedado incapacitados por una herida. “Se trata de una tasa de supervivencia mucho mejor que en otras especialidades militares”, afirma el teólogo y francotirador.

“Preferiríamos no tener que pelear. Pero Putin es el nuevo Hitler. A nuestra nación no le queda otro camino que protegerse con las armas”, subraya.