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Curiosidades del Mundo

No es exclusiva de España: el país asiático donde la siesta es 'obligatoria' desde hace siglos

Esta costumbre que tomaron de los exploradores continúa hoy más vigente que nunca entre su población

Hamaca en la playa PEXELS (Alyne Tupas)

La popular frase "España, el imperio donde nunca se ponía el sol" se ha utilizado en numerosas ocasiones para referirse al periodo histórico de expansión territorial internacional de la monarquía española, que llegó a poseer ciudades y puertos comerciales en los cinco continentes.

Gracias a esta vasta red de conexiones a lo largo y ancho del mundo, nuestros antepasados pudieron consiguieron divulgar no solo la fe católica, sino también la lengua española y muchas de nuestras costumbres y normas sociales por todo el globo terráqueo. Resistiendo el paso del tiempo, muchas de nuestras formas y hábitos han perdurado en estos territorios en forma de tradiciones que continúan practicándose siglos más tarde.

Existe un archipiélago al otro lado del planeta, a más de 11.000 kilómetros de distancia, donde una de las costumbres sociales más representativas de España sigue vigente, a pesar de la globalización y del ritmo acelerado de las ciudades. En esta nación del Sudeste Asiático, especialmente en las zonas más rurales, el descanso después del almuerzo es casi un imperativo social.

No es exclusiva de España: el país asiático donde la siesta es 'obligatoria' desde hace siglos

Hace más de 125 años desde que España perdió la colonia de Islas Filipinas, a finales del siglo XIX, aunque muchas de sus huellas culturales siguen firmemente arraigadas en la vida cotidiana del archipiélago asiático. Una de ellas, en apariencia sencilla, pero de enorme carga simbólica es la siesta, una costumbre muy presente en el día a día de los filipinos, especialmente de los que viven alejados del frenesí de las grandes ciudades.

Los más de tres siglos de presencia española en el archipiélago han configurado las costumbres, la arquitectura, el calendario de fiestas y parte de la gastronomía filipina enormemente. La fe católica que divulgaron allí los misioneros ha hecho que esta siga siendo la religión mayoritaria en el país asiático. Además, miles de palabras del castellano han trascendido a varias de las lenguas que se hablan hoy en Filipinas.

Mercado en FilipinasPEXELS (Glenn Joseph Villarama)

Actualmente, aunque el sistema laboral filipino ha adoptado un modelo más parecido al estadounidense, en muchos lugares de las islas, especialmente donde no sufren el ritmo acelerado de las grandes ciudades, se sigue valorando un breve descanso tras la comida. En algunas empresas pequeñas o familiares, el tiempo para la siesta es respetado e incluso incentivado como parte del bienestar de los empleados.

En provincias como Ilocos, Pampanga o Bohol, no es raro ver a trabajadores, estudiantes o incluso funcionarios públicos tomando una breve pausa después del mediodía. Aunque la ocupación americana quiso acabar con esta costumbre, vista en algunos casos como "improductiva" desde su sistema de valores, la siesta ha resistido el paso del tiempo y sigue siendo una costumbre fuertemente arraigada en Filipinas.

Además de la siesta, la sociedad filipina tomó otros hábitos de los españoles que vivieron allí durante siglos, como hacer el almuerzo más tarde que en otros lugares, algunos bailes y procesiones. En gastronomía, llaman especialmente la atención algunos platos, como la carne adobada o la famosa 'paella filipina' ("paelya") que, si bien utilizan ingredientes y sazones más típicas del Sudeste Asiático, tienen una clara inspiración en la comida típica española.

En Filipinas, allá donde la existencia cotidiana no se ha visto por completo afectada por el ruidoso compás de la vida moderna y su constante trajín, continúa existiendo un respeto por la siesta. Este corto (pero revitalizante) periodo de descanso que se da después de las comidas, aunque fue tomado de los españoles, es hoy una 'obligación' en este archipiélago asiático.