Gaza

La fuerza internacional de estabilización para Gaza divide al Consejo de Seguridad y las potencias regionales

El borrador de la resolución presentado por Estados Unidos contempla un mandato de al menos dos años tanto para el nuevo cuerpo como para la Junta de Paz presidida por Trump

O.Próximo.-AMP2.- El Ejército de Israel mata a un palestino en un nuevo ataque en el norte de Gaza pese al alto el fuego
O.Próximo.-AMP2.- El Ejército de Israel mata a un palestino en un nuevo ataque en el norte de Gaza pese al alto el fuegoEuropa Press

Camino del mes desde la firma del acuerdo de alto el fuego, la composición y misión de la nueva fuerza internacional de estabilización para Gaza -que, con arreglo a la segunda fase del plan de paz propuesto por la Administración Trump, deberá asumir la seguridad del territorio durante al menos dos años- divide ya a los principales países implicados. Tanto a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -club que, junto a EE UU, integran China, Francia, Rusia y Reino Unido- como las distintas potencias regionales.

Según el borrador relativo a la cuestión, y remitido a comienzos de semana por las autoridades estadounidenses a varios miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la función de la nueva fuerza "será más ejecutiva que destinada al mantenimiento de la paz". Está previsto que el máximo órgano de seguridad de la ONU vote el texto la semana que viene, y hasta entonces se espera un intenso debate entre las distintas delegaciones, habida cuenta de las discrepancias existentes.

Con arreglo al texto provisional, los principales objetivos de la fuerza, según revelara este martes el digital estadounidense Axios, serán procurar el desarme de Hamás -que sigue presente en la mayor parte del territorio de Gaza- y resto de milicias, y evitar que la organización terrorista reconstruya sus infraestructuras bélicas en la superficie y los túneles de la Franja. Además, el cuerpo se encargaría de proteger las fronteras de Gaza con Israel y Egipto, garantizar el tránsito de ayuda a través de los corredores humanitarios y trabajar en la formación de una eventual fuerza policial palestina que asuma gradualmente las competencias de seguridad, como ya anticipaba el plan Trump.

Divisiones entre los países implicados

Es precisamente si le debe corresponder a la futura fuerza la desmilitarización de la Franja una de las cuestiones que generan más división entre los distintos países implicados, empezando por las potencias árabes, que defienden que el cuerpo internacional de estabilización debe quedar limitado a funciones de mantenimiento de la paz.

De acuerdo a una fuente perteneciente a uno de los países mediadores citada por el medio panárabe Asharq Al-Awsat, la Administración Trump estaría dispuesta a seguir adelante con el proceso de constitución de la citada fuerza, con independencia de si el Consejo de Seguridad le dé o no el visto bueno a la propuesta. Algo que obtendría el respaldo israelí pero la oposición de los países árabes. El borrador de la resolución contempla que las fuerzas israelíes participen del proceso de desarme de la organización terrorista palestina. Según una fuente citada por el diario The Washington Post, el ejecutivo estadounidense tiene intención de enviar sus primeros soldados antes de que acabe el año, aunque el borrador contempla la constitución inicial de la fuerza para enero de 2026.

Además, el borrador de la propuesta estadounidense instaba al Consejo de Seguridad a garantizar que la conocida como Junta de Paz -de la que se sabe que estará presidida por el propio Trump y contará con la presencia del ex primer ministro británico Tony Blair- desempeñe su función de supervisión hasta finales de 2027; también la de determinar cuándo será el momento de disolver la nueva fuerza internacional de estabilización.

Los planes de las autoridades estadounidenses contemplan una fuerza con representación de varios países, aunque bajo un mando unificado. El que antes y con más nitidez ha manifestado su deseo de contar con tropas en la nueva fuerza es Turquía, país a la postre clave en la mediación que ha permitido el cese el fuego en Gaza.

Soldados de Indonesia, Pakistán y Azerbaiyán podrían formar parte de fuerza

Las intenciones del presidente Recep Tayyip Erdogan -que se apuntaría el tanto histórico de traer de vuelta tropas turcas a tierras palestinas algo más de un siglo después de la salida de las fuerzas otomanas- no son en absoluto del agrado del gobierno israelí, que conoce a la perfección la tradicional relación de protección entre Ankara y Hamás. En cambio, el gabinete Netanyahu sí estaría dispuesto a aceptar la presencia de una unidad palestina en la nueva fuerza. Desde Tel Aviv se aseguraba en las últimas horas que serán soldados de Indonesia, Pakistán y Azerbaiyán los primeros en integrar la nueva fuerza de estabilización.

Los recelos sobre la naturaleza y función de la fuerza también comienzan a aflorar en el lado palestino. El citado Asharq Al-Awsat recogía de fuentes de la Autoridad Nacional Palestina la exigencia por parte de la organización -que gobierna con competencias limitadas partes de Cisjordania- de "términos más claros en relación al mandato, duración y papel de la Autoridad en la gobernanza palestina".

El actual ejecutivo israelí ha dejado claro que no permitirá que la AP forme parte del futuro gobierno de Gaza, aunque la última fase del plan Trump contempla que, completada la fase de transición -en la que la Franja estará gobernada por un gabinete tecnocrático palestino- la organización presidida por Mahmud Abás tome el testigo final una vez "haya completado su programa de reformas".