Violencia policial

Indignación en Francia por las leves condendas a tres policías por un caso de abusos que generó disturbios

El congoleño sufre desde 2017 una lesión en el esfínter por culpa de los golpes de uno de los agentes

Bobigny (France), 19/01/2024.- Relatives of Theo Luhaka (not pictrured) demonstrate after hearing the verdict in Bobigny, near Paris, France, 19 January 2024. Three French policemen received suspended prison sentences of 3, 7 and 12 months at the criminal court in Bobigny for the violent arrest of Theo Luhaka in 2017, leaving the young man, then 22, handicapped. The arrest in Aulnay-sous-Bois, a suburb of Paris, was filmed by surveillance cameras and created tensions in France over police bru...
Familiares de Theo Luhaka protestan tras conocerse el veredicto en Bobigny, cerca de ParísYOAN VALATAgencia EFE

Tres policías franceses fueron condenados este viernes a penas de 3 a 12 meses de prisión, aunque exentas de cumplimiento, por la detención violenta de un joven negro en 2017 que causó violentas protestas. 

La condena más severa fue para un agente que reconoció haber asestado el golpe de porra que causó una ruptura de diez centímetros en el esfínter de Théo Luhaka, un hombre de origen congoleño que entonces tenía 22 años.

Luhaka, ahora de 29 años, sufre desde entonces secuelas físicas y psicológicas debido a las lesiones sufridas, a pesar de haberse sometido a dos operaciones quirúrgicas.

El condenado afrontaba una pena de hasta 15 años de prisión, pero recibió una pena mucho menor, acompañada de una prohibición de ejercer sus funciones en la calle.

Los otros dos agentes juzgados recibieron penas menores, de tres meses, tras ser reconocidos culpables del cargo de violencia voluntaria.

Durante varias semanas de 2017, Luhaka se convirtió en un símbolo contra la violencia policial en Francia hacia los habitantes de la periferia de las ciudades, muchos de ellos de origen africano. Varios centenares de jóvenes fueron detenidos en varios puntos del país por las protestas de entonces.

Este caso evoca a otros emblemáticos que también conmocionaron a la opinión pública y que provocaron dos de los principales episodios de violencia urbana en Francia de este siglo.

La muerte de dos adolescentes Ziad Benna (17 años) y Bouna Traoré (15), quienes terminaron electrocutados mientras huían de la policía, desató la virulenta oleada de disturbios de finales de 2005.

Y más recientemente, el fallecimiento del adolescente Nael, tiroteado y muerto por un agente en junio de 2023 al saltarse con control policial en la vía pública, degeneró en enfrentamientos con las autoridades, pillajes e incluso quema de comercios y edificios públicos como escuelas y guarderías.