Guerra en Gaza
Un informe de inteligencia de EE UU pone en duda la supervivencia de Netanyahu como primer ministro
El documento predice que Israel tendría dificultades para lograr su objetivo de «destruir a Hamás» en Gaza
«La desconfianza en la capacidad de Netanyahu para gobernar se ha profundizado y ampliado entre el público desde sus niveles ya altos antes de la guerra, y esperamos grandes protestas exigiendo su renuncia y nuevas elecciones», recoge el informe de inteligencia estadounidense conocido como Evaluación Anual de Amenazas de 2024 que ha publicado este lunes la Oficina del Director de Inteligencia Nacional. El texto afirma que la supervivencia de Benjamin Netanyahu como primer ministro y la estabilidad de su coalición están en peligro como consecuencia de la guerra en la Franja de Gaza. «Un Gobierno diferente y más moderado es una posibilidad», señala el escrito.
El citado informe destaca la oposición pública de Netanyahu «a la diplomacia de posguerra con la Autoridad Nacional Palestina hacia un compromiso territorial», al tiempo que subraya que «las estructuras de gobernanza y seguridad en Gaza y Cisjordania, así como la resolución de la situación humanitaria en Gaza y la reconstrucción serán componentes clave de la relación palestino israelí a largo plazo».
El documento predice que Israel tendría dificultades para lograr su objetivo de «destruir a Hamás». «Israel probablemente enfrentará una resistencia armada persistente de Hamás en los próximos años, y el Ejército tendrá dificultades para neutralizar la infraestructura subterránea de Hamás, que permite a los insurgentes esconderse, recuperar fuerzas y sorprender a las fuerzas israelíes», especifica. Expertos y analistas militares han emitido evaluaciones similares, advirtiendo que la agresiva campaña de bombardeos de Israel solo puede servir para inspirar a futuras generaciones de actores terroristas.
Las tensiones entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el propio Netanyahu, ya existentes desde antes de la guerra, han estallado en las últimas semanas por la amenaza israelí de realizar operaciones militares en Rafah, en el sur de Gaza, y por la dramática situación humanitaria y de bajas civiles en la Franja. Sin embargo, el informe de inteligencia, preparado durante meses, fue redactado antes de las tensiones de las últimas semanas, según el New York Times.
Y mientras aumentan los informes sobre víctimas civiles y la hambruna y enfermedades, la Administración Biden presiona a Israel para que permita la entrada de más ayuda al enclave palestino. En una entrevista durante el fin de semana, Biden advirtió que Netanyahu está «dañando a Israel más que ayudándolo». Netanyahu respondió en otra entrevista que si Biden le acusaba de aplicar «políticas privadas en contra del deseo de la mayoría de los israelíes, y que esto está perjudicando los intereses de Israel, entonces está equivocado en ambos aspectos».
William J. Burns, director de la CIA y uno de los ponentes en el Senado en la presentación del informe, dijo, tras un octavo viaje infructuoso a la zona para avanzar en las negociaciones, que su esfuerzo se centra en lograr una primera fase de un acuerdo para pausar los combates en Gaza durante seis semanas. El plazo facilitaría que fluyera más ayuda humanitaria a la Franja y aseguraría la liberación de 40 rehenes. Ese grupo (mujeres restantes, hombres mayores y personas heridas o enfermas) sería intercambiado por prisioneros palestinos retenidos por Israel.
Burns no detalló cuántos palestinos serían liberados, pero otras fuentes avanzan que el acuerdo contemplaría la excarcelación de cientos de prisioneros de bajo nivel y 15 personas condenadas por delitos graves. El director de la CIA aseguró que la única manera de ayudar a los habitantes de Gaza que están en «condiciones desesperadas» y de brindar alivio a los rehenes israelíes y sus familias era dar un primer paso hacia algo que podría convertirse en un «acuerdo más duradero con el tiempo».
Amenazas mundiales
Burns testificó junto a Avril D. Haines, directora de inteligencia nacional, y otros altos cargos de inteligencia, incluido Christopher A. Wray, director del FBI, quien dijo que Estados Unidos ha estado enfrentando amenazas terroristas en grado alto por parte de extremistas locales, organizaciones extranjeras y otros. «Sin embargo, desde el 7 de octubre esa amenaza ha llegado a otro nivel», alertó. «Y por eso ha llegado el momento de una vigilancia mucho mayor».
En el informe anual, las agencias de inteligencia concluyeron que «Israel enfrentará una creciente presión internacional debido a la terrible situación humanitaria en la Franja de Gaza». Además, indicó que la guerra en Gaza está «presentando un desafío» para los socios árabes de la Administración Biden por la creciente animadversión pública contra Israel y Estados Unidos a causa de «la muerte y la destrucción en Gaza». Esos países perciben a EE UU como el intermediario de poder que puede poner fin al conflicto antes de que se extienda.
El informe dice que la Administración estadounidense cree «que los líderes iraníes no orquestaron ni tuvieron conocimiento previo del ataque de Hamas contra Israel» el 7 de octubre, y evaluó que tanto Israel como Irán están intentando evitar una guerra total, aunque el conflicto con la milicia chií libanesa Hizbulá, afín a Irán, podría intensificarse.
«Hizbulá está calibrando esta presión sobre Israel desde el norte mientras intenta evitar una guerra más amplia que devastaría a Hizbulá y al Líbano. Sin embargo, el liderazgo de Hizbulá probablemente considerará una variedad de opciones de represalia dependiendo de las acciones de Israel en el Líbano durante el próximo año», sostiene un informe que también señala que las milicias respaldadas por Irán en Irak continuarán atacando a las fuerzas estadounidenses en Irak y Siria, y que los ataques hutíes contra el transporte marítimo del mar Rojo y contra Israel «crean un riesgo real de una escalada más amplia».
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