Represión

Irán libera a la activista española Ana Baneira detenida en noviembre

Aún queda en prisión otro ciudadano español, Santiago Sánchez Cogedor, arrestado a principios de octubre cuando se dirigía a pie a Qatar para ver el Mundial de Fútbol

La familia de la coruñesa Ana Baneira Suárez vuelve a respirar tranquila. La joven activista (24 años), que permanecía en una cárcel iraní desde noviembre por presuntamente participar en las protestas contra el régimen de los ayatolás, fue liberada este sábado. No obstante, el ministerio de exteriores español reveló la información ayer, ya que esperó que Baneira abandonara territorio iraní, para así garantizar la seguridad del operativo de liberación.

Desde que Baneira -integrante de una ONG pro derechos humanos- fue detenida, su familia y la diplomacia exterior requirieron máxima discreción para asegurar el éxito de las negociaciones. Baneira despegó desde Teherán rumbo a Dubai, donde tomó un vuelo hacia Madrid, donde aterrizó en la tarde de ayer. Tras ser liberada, se puso en contacto con el ministro de asuntos exteriores, José Manuel Albares, para agradecer la gestión que culminó en su puesta en libertad.

La joven expresó a Albares que se encontraba en buen estado de salud, y entusiasmada por poder volver a casa con los suyos. «Lo importante es que ya está liberada, que ya está bien, y no voy a parar de seguir insistiendo hasta que Santiago Sánchez sea también liberado, de lo que es una retención sin fundamento», expresó el ministro de Exteriores.

El otro español que permanece en prisión fue arrestado tras visitar la tumba de la joven Masha Amini en Saqqez (Kurdistán iraní), cuya muerte en custodia policial por vestir el velo islámico inapropiadamente desató la revuelta popular contra el régimen. Sánchez se dirigía a Qatar a ver el Mundial de Fútbol en Catar tras su paso por Irán, en una travesía a pie que inició en Madrid y pretendía culminar en Doha.

Acorde a la agencia de noticias Reuters, la joven activista permaneció encerrada en la cárcel de Shiraz, 900 kilómetros al sur de Teherán. Sánchez fue visitado por personal de la embajada de España en Teherán, e inicialmente se consideró que su liberación sería más rápida.

Baneira y su familia jamás conocieron los motivos concretos de su arresto, y se especula con que fue inculpada por cargos de espionaje. Las autoridades iraníes aplicaron una brutal represión para intentar acallar la revolución de las mujeres, y las detenciones y ejecuciones arbitrarias fueron constantes. Se estima que más de 500 personas murieron, unas 20.000 fueron arrestadas, y se emitieron 17 condenas de muerte, de las cuales cuatro se aplicaron con ahorcamientos públicos.

Las autoridades de Irán evitaron hacer comentarios públicos respecto a la liberación de la joven española. Desde que las protestas estallaron el pasado 17 de setiembre, Teherán confirmó la detención de al menos nueve europeos por participar en las movilizaciones. El régimen de los ayatolás sigue argumentando que «agentes extranjeros» fomentaron la revuelta popular, que exige la caída del régimen islámico que domina el país desde 1979. «Hoy es un día muy feliz», concluyó Albares, que seguirá «insistiendo y haciendo gestiones» hasta traer de vuelta a España a Sánchez.

La familia de Baneira informó que será la propia joven quien decida cuando comparecer públicamente ante los medios de comunicación.