Irlanda

Irlanda celebra en mayo un referéndum sobre el aborto

La Constitución prohíbe despenalizar la interrupción del embarazo

Vigilia de activistas a favor del aborto frente a la sede del Gobierno irlandés en 2013
Vigilia de activistas a favor del aborto frente a la sede del Gobierno irlandés en 2013larazon

La Constitución prohíbe despenalizar la interrupción del embarazo.

Irlanda, con una de las leyes abortivas más restrictivas de Europa, celebrará en mayo un referéndum sobre los supuestos en los que las mujeres pueden interrumpir el embarazo, dado que actualmente sólo se permite en caso de peligro para la vida de la madre. Así lo anunció el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, después de que, tras cuatro horas de debate, el Consejo de Ministros aprobara la convocatoria de un plebiscito sobre la derogación de la Octava Enmienda a la Constitución, que blinda a nivel constitucional la penalización del aborto.

Si la población apoyara la derogación se podría cambiar una ley que tiene 35 años. La Octava Enmienda consagra el derecho a la vida tanto de la madre como del no nacido y veta cualquier intervención al respecto del Parlamento. La actual ley prohíbe la interrupción voluntaria del embarazo incluso en casos de violaciones, incestos y anomalías fetales.

Desde 2013, una nueva regulación permite la interrupción del embarazo cuando la vida de la madre corre peligro, lo que incluye la amenaza de suicidio. «Cualquier enmienda a nuestra Constitución requiere una consideración cuidadosa por parte de los ciudadanos. Deben contar con un amplio periodo de tiempo para considerar los asuntos y tomar parte en un debate público bien informado», indicó el líder democristiano, que en junio del año pasado hizo historia al convertirse en el primer jefe de Gobierno homosexual de Irlanda.

Según las cifras de la sanidad británica, 3.451 mujeres irlandesas acudieron a centros de Inglaterra y Gales en 2015 para abortar. Entre 1980 y 2015, al menos 165.438 irlandesas se sometieron a una interrupción del embarazo en Reino Unido, según el Ministerio de Salud británico. Un informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU de 2016 denunció que la prohibición irlandesa expone a las mujeres a un trato discriminatorio, cruel y degradante, y exhortó a las autoridades de ese país a permitir el aborto en casos de malformación.

Activistas han hecho campaña durante largo tiempo pidiendo cambios a las leyes y, el año pasado, un comité multipartidista especial y una asamblea civil recomendaron revocar la enmienda. «Sé que esto será una decisión difícil de tomar para el pueblo irlandés», reconoció Varadkar. «Sé que es un tema muy personal y privado y, para la mayoría de nosotros, no es un asunto en blanco y negro. El equilibrio entre los derechos de una mujer embarazada y del feto o no nacido es un área gris».

Varadkar, que estudió medicina y fue ministro de Salud, señaló que miles de mujeres viajan al exterior para interrumpir sus embarazos y que los abortos que se hacían en Irlanda eran «inseguros, no regulados e ilegales». Estos viajes no tienen por qué suceder. Eso puede cambiar y eso está en nuestras manos», declaró. El ministro de Salud de Irlanda, Simon Harris, ha estado trabajando en el texto del referendo, que se espera será publicado a comienzos de marzo, cuando se fijará la fecha concreta de la consulta.