Drones
Kreuger-100: así es el innovador sistema de defensa que pone los drones de Putin en jaque
Tiene un coste significativamente inferior a los sistemas tradicionales
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el uso -y también el derribo- de drones se ha convertido en uno de los mayores desafíos tecnológicos y estratégicos para ambos ejércitos. Estos vehículos aéreos no tripulados son herramientas altamente eficaces para atacar objetivos concretos con un coste económico y humano reducido. Sin embargo, los sistemas de defensa tradicionales a menudo se muestran poco eficientes frente a ellos, ya sea por su limitada capacidad de detección o por el elevado coste de neutralizarlos.
El campo de batalla ucraniano se ha transformado en un laboratorio de guerra moderna, donde el uso masivo de drones ha redefinido las tácticas militares contemporáneas. Consciente del papel clave que desempeña esta tecnología, el presidente Volodímir Zelenski ofreció recientemente a sus aliados occidentales compartir la experiencia, los especialistas y las soluciones tecnológicas desarrolladas por Ucrania en la lucha contra los drones. Este ofrecimiento se produjo tras varios incidentes y avistamientos en el espacio aéreo de países de la OTAN, interpretados por muchos analistas como posibles provocaciones del Kremlin.
En este contexto, la empresa tecnológica sueca Nordic Air Defense (NAD) ha presentado el Kreuger 100, un nuevo sistema interceptor diseñado para ofrecer una defensa antidrón rápida, precisa y económicamente viable, con un coste muy inferior al de los sistemas tradicionales basados en misiles o aeronaves tripuladas.
Así funciona el Kreuger 100
El Kreuger 100 es una plataforma ligera de interceptación de drones -tanto civiles como militares- desarrollada para actuar con rapidez y bajo coste. A diferencia de otros interceptores de alta gama, este sistema prescinde de complejos sensores o cámaras a bordo. En su lugar, emplea un sistema de propulsión pulsada y un control de vuelo basado en software que le permite rastrear y neutralizar objetivos con energía cinética, en lugar de ojivas u explosivos, lo que le hace apto pasa usarse en entorno civil.
Como recoge el medio especializado Global Defense News, el Kreuger 100 alcanza velocidades de hasta 270 kilómetros por hora en su versión civil, pensada para la protección de infraestructuras críticas como aeropuertos, centrales eléctricas o instalaciones gubernamentales. En entornos militares, versiones mejoradas del sistema podrían alcanzar mayores velocidades y capacidades de maniobra.
Otra de sus ventajas es su movilidad y facilidad de despliegue. Funciona mediante baterías y está diseñado para su lanzamiento manual o mediante lanzadores portátiles, lo que permite su uso tanto en posiciones defensivas fijas como en operaciones móviles.
Esta versatilidad lo convierte en una opción atractiva para ejércitos y cuerpos de seguridad que buscan soluciones rápidas y de bajo coste frente al creciente número de amenazas aéreas no tripuladas.