Guerra en Yemen

La coalición árabe golpea la capital yemení tras suspensión del diálogo de paz

Al menos 15 empleadas de una fábrica murieron por los bombardeos

Una de las fábricas de Saná destruída por los bombardeos
Una de las fábricas de Saná destruída por los bombardeoslarazon

La coalición militar árabe contra los rebeldes yemeníes llevó hoy a cabo los bombardeos más intensos de los últimos meses sobre la capital, Saná, tan solo tres días después de la suspensión de las conversaciones de paz en Kuwait.

El ataque más mortífero lanzado por la alianza liderada por Arabia Saudí tuvo como blanco una fábrica en el oeste de Saná, en la que fallecieron al menos quince trabajadores, nueve de ellos mujeres.

Los cadáveres quedaron calcinados, después de que los cazabombarderos golpearan la fábrica Al Aquel, que produce alimentos en conserva, en un momento en el cual se encontraban a pleno rendimiento, según testigos consultados por Efe.

La fábrica se ubica en el barrio de Al Nahda, donde también fueron atacados los cuarteles militares de Al Sayat y de la Primera Brigada Blindada, en manos del movimiento rebelde chií de los hutíes.

Asimismo, el cuartel Al Nahdein, en el centro de la ciudad, y la Academia Militar, en el barrio nororiental Al Rauda, fueron blanco de la coalición, que ha incrementado sus ataques en las últimas horas en Saná y en otras partes del país.

Según la agencia de noticias yemení Saba, controlada por los hutíes, la alianza militar capitaneada por Riad efectuó solo en la jornada de ayer 114 bombardeos en ocho provincias del Yemen.

En el día de hoy también fueron golpeados el cuartel de la comandancia de la Guardia Republicana en Al Sabbaha, en el oeste de Saná, y otra posición de este cuerpo en la zona de Ban Hashish, en el noreste de la ciudad.

Los bombardeos alcanzaron asimismo la Facultad de la Sociedad, en el este de Saná y en manos de los rebeldes.

En el sureste de la provincia homónima, fue bombardeada una posición militar rebelde en Sanhan -ciudad natal del expresidente Ali Abdalá Saleh, actual aliado de los hutíes- y otra en Bilad al Rus.

La intensa actividad de los cazabombarderos en los cielos de Saná ha obligado al aeropuerto de la capital a dejar de operar, a petición de la coalición árabe, según dijeron a Efe fuentes aeroportuarias.

El aeródromo recibió una solicitud de la comandancia de la coalición árabe con sede en Riad para suspender todos los vuelos durante 72 horas.

Debido a ello, un avión con la delegación de los insurgentes que participó en las negociaciones de paz de Kuwait no podrá aterrizar en Saná, procedente desde Omán, tal y como estaba previsto que hiciera.

El movimiento rebelde chií acusó a Arabia Saudí de impedir el viaje de sus representantes, que iba a regresar al Yemen después de la suspensión de las conversaciones de paz con el Gobierno yemení anunciada el pasado sábado por el mediador de la ONU, Ismail Uld Sheij Ahmed.

El diplomático dio por terminada la ronda de negociaciones que había comenzado el pasado abril, auspiciada por el Gobierno de Kuwait, sin que se hayan registrado progresos tangibles de cara a un hipotético acuerdo de paz.

Sheij Ahmed aseguró que una nueva ronda dará comienzo en el plazo de un mes en un lugar que determinarán las partes beligerantes.

El enviado de la ONU dijo que el principal problema que han afrontado en las conversaciones es "la falta de confianza entre las partes".

Los bombardeos de esta semana son los más intensos que se registran en Saná desde el comienzo de las negociaciones, precedidas por el establecimiento de un alto el fuego no respetado por las partes.

Ayer, la alianza árabe lanzó veinte ataques aéreos contra un cuartel a 20 kilómetros al noreste de Saná y otros seis contra el principal bastión de los hutíes, la provincia norteña de Saada.

La alianza respalda desde el aire a las tropas del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, apoyadas en tierra por las milicias de la Resistencia Popular, las cuales han avanzado recientemente frente a sus rivales en varios puntos del país.

La coalición, integrada por varios países árabes y musulmanes suníes, intervino en el Yemen después de que los rebeldes chiíes consiguieran expulsar de la ciudad de Aden al Gobierno de Hadi, varios meses después de haberse hecho con el control de la capital en septiembre de 2014.

Efe