China
La crisis nuclear con Pyongyang refuerza a Putin en el tablero internacional
Vladímir Putin sabe que juega un papel clave en las negociaciones para reducir la creciente tensión que vive la península coreana tras el último ensayo nuclear de Pyongyang. Además de China, Rusia es la única potencia que mantiene buenas relaciones comerciales y diplomáticas con el régimen de Kim Jong-un y el mandatario ruso no desaprovechará esta oportunidad de demostrar que su país no es una “potencia regional” -como afirmara despectivamente el expresidente estadounidense Barack Obama-, sino un actor de peso en el tablero internacional.
El Foro Económico Oriental que se celebra por estos días en la ciudad de Vladivostok, próxima a la frontera rusa con China y Corea del Norte, le sirve de marco ideal a Putin para exhibir músculo diplomático. Tanto el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, como el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, debieron modificar sus agendas para visitar la ciudad portuaria rusa y reunirse con Putin en un nuevo intento de convencerle para que apoye el endurecimiento de las sanciones contra Pyongyang. Sin embargo -y a juzgar por los resultados del breve encuentro que sostuvieron este miércoles Putin y Moon-, el mandatario ruso no ha cambiado ni un ápice su postura. "Hemos expuesto propuestas concretas en la hoja de ruta ruso-china y llamamos a todos los países involucrados a estudiar minuciosamente esta iniciativa", dijo el presidente ruso tras la reunión. La hoja de ruta a la que refiere Putin fue presentada el pasado 4 de julio y plantea la suspensión simultánea del programa de armas nucleares y misiles de Corea del Norte y de los ejercicios militares conjuntos de Corea del Sur y Estados Unidos. Una propuesta que Washington rechazó tajantemente y que fue calificada de “insultante” por la embajadora norteamericana ante la ONU, Nikki Haley.
Putin ya había advertido el martes al término de la última cumbre de los BRICS celebrada en China, que la política de sanciones internacionales no tendrá el resultado esperado porque los norcoreanos están dispuestos “a comer hierba”, si es necesario, pero no detendrán su programa nuclear mientras no se sientan seguros. “No sucumbamos a las emociones y ni arrinconemos a Corea del Norte. Ahora más que nunca, todo el mundo necesita estar tranquilo y evitar pasos que conduzcan a una escalada de tensión", advirtió.
A lo que sí accedió el presidente ruso este miércoles es la posibilidad de desarrollar proyectos energéticos y ferroviarios conjuntos con las dos Coreas. Una propuesta que contó también con el aval del presidente surcoreano. “Decidimos realizar primero aquellos proyectos que son realizables en un tiempo cercano, sobre todo los proyectos en el Lejano Oriente; el desarrollo del Lejano Oriente propiciará no solo el florecimiento de ambos países sino también el cambio de Corea del Norte, lo cual se convertirá en la base de la realización de las relaciones trilaterales", aseguró Moon, quien volverá a reunirse con Putin el jueves aunque según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, el tema central de ese encuentro no será el programa nuclear de Corea del Norte. El mismo día el mandatario ruso recibirá también al primer ministro japonés, Shinzo Abe. Por otro lado, el Consejo de Seguridad de la ONU votará próximo lunes un proyecto de resolución que está consensuando Estados Unidos junto a Francia y Reino Unido y que plantea un embargo petrolero a Corea del Norte y aplicar sanciones internacionales contra aquellos países que comercien con Kim, es decir, contra China y Rusia. Como era de esperar, Putin ya dejó claro que su país, uno de los cinco con poder de veto permanente, no apoyará semejante propuesta. "Es ridículo que un país que nos pone en la misma lista de sanciones que a Corea del Norte nos pida ahora ayuda para imponer sanciones a Corea del Norte", aseveró Putin.
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