Grecia
La derecha griega busca seducir al votante de centro
El líder de Nueva Democracia afianza su mensaje conciliador durante el decisivo debate televisivo contra Tsipras
El jefe «sustituto» de Nueva Democracia (ND) está a un paso de convertirse en primer ministro. Vangelis Meimarakis ha sido capaz de resucitar a los conservadores en apenas dos meses, desde que fue nombrado líder «interino» de la formación en sustitución de Andonis Samaras. El hombre de bigote amplio, alto y sonrisa tímida ha logrado alcanzar al popular Alexis Tsipras en las encuestas. El líder izquierdista partió con una ventaja de hasta el 20% en el mes de julio y a menos de una semana de las elecciones esa distancia se ha reducido a prácticamente un empate. Ambos se enfrentaron ayer en un cara a cara televisado en el que fue el segundo y último debate electoral. Era su última oportunidad para arañar el voto de los indeciso que ronda el 10-15%. El giro al centro de Tsipras tras aprobar el tercer memorándum se ha topado con la misma estrategia de los conservadores. Meimarakis ha roto con la línea dura de Samaras, lo que le ha cosechado grandes éxitos, al menos, en las encuestas.
El líder conservador ha logrado aprovechar el descontento con un discurso menos apasionado, que le ha permitido abarcar nuevos votantes y recuperar algunos de los que perdió ND en las últimas elecciones. Tras la firma del tercer rescate, las encuestas mostraron que gran parte de la sociedad helena tan sólo pensaba en «pasar página» al intento de acabar con la austeridad, como prometió Tsipras, y volver a la «normalidad». Meimarakis ha tomado la «estabilidad» como bandera en su campaña. Algo que le puede alzar como primer ministro en cinco días, apenas dos meses después de encabezar Nueva Democracia.
A diferencia del ex primer ministro izquierdista, con un discurso beligerante y subido de tono, Meimarakis ha transmitido un mensaje de tranquilidad a los griegos, gracias a su temple, que ha permitido calmar los ánimos dentro del Parlamento y entre los cabezas de las listas moderadas. Esa actitud conciliadora se ha materializado en gestos políticos, con el objetivo de garantizar la estabilidad del país, después de ocho meses de turbulencias políticas y económicas. Nueva Democracia apoyó a Syriza, que había perdido su mayoría por la división interna, en el Parlamento para poder aprobar los paquetes de medidas del tercer rescate. Ahora ofrece formar un Gobierno de coalición nacional entre las diferentes formaciones proeuropeas. Una opción que comparten en Bruselas. «Es mejor que Tsipras esté en el Gobierno», aseguró un oficial europeo citado por «The Guardian», porque «si está en la oposición volverá a las calles y creará problemas». Tsipras, sin embargo, ya ha rechazado esa propuesta, afirmando que sólo será primer ministro si consigue la mayoría absoluta.
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