La Habana

La «diplomacia del béisbol» de Obama despierta suspicacias

Los detractores del deshielo con Cuba temen el mensaje demasiado amistoso que supondría una foto con Castro en el acontecimiento deportivo programado para la visita

Un póster en la Habana con retratos de Raul Castro, y de Obama en el que se le da la bienvenida a Cuba
Un póster en la Habana con retratos de Raul Castro, y de Obama en el que se le da la bienvenida a Cubalarazon

Los detractores del deshielo con Cuba temen el mensaje demasiado amistoso que supondría una foto con Castro en el acontecimiento deportivo programado para la visita

La visita de tres días a Cuba que inicia mañana el presidente Barack Obama viene a culminar su legado en política exterior tras el acuerdo nuclear con Irán. El inquilino de la Casa Blanca aterrizará en La Habana para avanzar en la normalización diplomática con el viejo enemigo norteamericano tras 55 años de disputa. Los estadounidenses apoyan en su mayoría la mejora de las relaciones con Cuba, según los sondeos, pero diversos sectores del país mantienen suspicacias por lo que se considera un acercamiento excesivo al régimen de Raúl Castro en el contexto de la histórica visita. Hablamos de la llamada diplomacia del béisbol.

Obama y su homólogo cubano asistirán juntos a un partido de béisbol el martes en el estadio Latinoamericano entre los Rays de Tampa Bay y la selección nacional cubana. Será el broche de oro a la estancia del mandatario en la isla. Pero una cosa es avanzar en las relaciones comerciales y diplomáticas con Castro y otra hacerse la foto con el presidente de un régimen comunista en el contexto de un acontecimiento deportivo, se piensa en muchos círculos de Washington. "Sería una bofetada en la cara a todos aquellos cuyas vidas han sido destruidas por la dictadura cubana”, le dijo José Miguel Vivanco, jefe del departamento de las Américas de Human Rights Watch al periodista Andrés Oppenheimer.

La Casa Blanca responde que el viaje a La Habana es mucho más que una foto con Castro. “Si todo lo que estuviéramos haciendo fuera ir a un partido de béisbol, eso estaría mandando un mensaje equivocado. Pero vamos a hacer mucho más que eso”, ha asegurado Ben Rhodes, consejero adjunto de Seguridad Nacional de Obama y artífice de las negociaciones secretas entre los dos países para preparar el terreno.

Obama ha dicho que será "divertido"estar en Cuba, quitando así hierro a las críticas de los dirigentes republicanos que consideran en su gran mayoría "vergonzoso"este viaje, el primero de un presidente norteamericano en 88 años a Cuba. El mandatario viajará con su esposa, sus dos hijas y su suegra, Marian Robinson. Ademas, le acompañará una comitiva de casi 50 congresistas demócratas y en menor medida republicanos. Tras aterrizar mañana por la tarde, Obama paseará por la Habana Vieja y entrará en la catedral, donde será recibido por el cardenal Jaime Ortega, poniendo de relieve el papel que el Vaticano ha tenido en el acercamiento entre ambos países.

El lunes comenzará la agenda oficial. Lo primero será una visita al monumento de José Martí, héroe nacional cubano, y después se celebrará la tan esperada reunión con Raúl Castro en el Palacio de la Revolución. En 2015 ambos dirigentes se vieron dos veces, pero sin duda la entrevista del lunes será el momento culminante del deshielo iniciado el 17 de diciembre de 2014 porque abordarán los avances habidos en estos meses y los asuntos peliagudos por resolver, como el respeto a los derechos humanos en la isla, la devolución de Guantánamo, y especialmente el embargo que EE UU mantiene sobre el régimen comunista desde 1961.

Ese mismo día, Obama se reunirá con emprendedores cubanos y por la noche será agasajado con una cena por Raúl Castro. El martes dará un discurso en el Gran Teatro Alicia Alonso y después seguirá la polemica recepción de Obama a los disidentes cubanos, entre los que han sido invitados Guillermo Fariñas, Berta Soler, José Daniel Ferrer y Elizardo Sánchez entre otros. Este encuentro está siendo controvertido porque al régimen le molesta que se dé aliento a aquellos que el Gobierno cubano considera enemigos de la revolución. Sin embargo, ha resultado ser una condición sine qua non para que Obama accediera a visitar la isla.

El último acto en Cuba será el citado partido de béisbol, un momento inspirado en el célebre partido auspiciado por Mandela para la reconciliación de Suráfrica. El funeral de Mandela en Johannesburgo en 2013 fue la primera vez en que Castro y Obama se estrecharon la mano.

Por la tarde, el mandatario volará a Argentina para reunirse con Mauricio Macri en la que será la primera visita a este país de un presidente norteamericano en veinte años.