Política

Cuba

La Habana y la Unión Europea aceleran su acercamiento

La jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini.
La jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini.larazon

Cuba y la Unión Europea (UE) acordaron en La Habana acelerar el ritmo de las negociaciones que sostienen y lograr un acuerdo de diálogo político y cooperación para fin de año, avanzó la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini.

De repente Cuba se ha vuelto la niña bonita del continente, todos coquetean con ella. Los Castro, que estuvieron aislados durante más de medio siglo, ven cómo la diplomacia norteamericana y la europea hacen esfuerzos para romper el hielo. Falta por ver si el régimen está dispuesto a hacer concesiones para asegurarse su supervivencia económica. La Unión Europea y Cuba acordaron «acelerar el ritmo» de las negociaciones para normalizar sus relaciones, que esperan concluir antes de que finalice 2015, dijo la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini en el cierre de una maratónica visita a la isla.

Mogherini, que llegó a La Habana la noche del lunes, se reunió con el líder de la Iglesia católica, el cardenal Jaime Ortega, único interlocutor local de las autoridades comunistas de la isla, con varios ministros y altos responsables cubanos, entre ellos el presidente Raúl Castro, con quien acordó aumentar el ritmo y el nivel de los encuentros entre La Habana y Bruselas. Según la UE, su visita se produjo en un «momento crucial» de las negociaciones entre La Habana y Bruselas.

En materia de derechos humanos, un tema que, según la UE, fue objeto de «diferentes interpretaciones» en la última ronda de conversaciones en marzo en La Habana, Mogherini dijo haber insistido ante la parte cubana en «la necesidad de estructurar nuestro diálogo sobre derechos humanos», sin abordar los «casos particulares». Sin embargo, la diplomática no se reunió con la disidencia. También se prevé una ayuda europea a Cuba de 50 millones de euros hasta 2020, destinados a «sectores clave» como la agricultura y la modernización económica. La Unión Europea es el segundo socio comercial de Cuba, detrás de Venezuela, con un intercambio de 3.600 millones de euros en 2013, y también un importante inversor sobre todo en el sector turístico.

Las negociaciones entre Cuba y la UE, que comenzaron en abril de 2014, tienen como telón de fondo el deshielo entre La Habana y Washington después de que los presidentes de ambos países anunciaran el 17 de diciembre su propósito de restablecer relaciones tras medio siglo de ruptura y tensiones. «En cuanto al bloqueo, ustedes conocen muy bien la posición histórica [de rechazo] adoptada por la UE . En particular, en este momento de diálogo entre Estados Unidos y Cuba, no hay razón por la cual el bloqueo se mantenga», dijo la responsable europea al ministro cubano, Bruno Rodríguez. Para normalizar sus relaciones, Cuba desea que la UE abandone su Posición Común, que desde 1996 condiciona su cooperación a avances democráticos, mientras que Bruselas quisiera dialogar de manera más fluida con La Habana y pide a Cuba que firme o ratifique de una vez varios acuerdos internacionales sobre derechos humanos.

El viaje de Mogherini se produce a menos de dos meses de que François Hollande realice la primera visita de un mandatario francés a la isla. España también tiene sólidas razones para preferir que la transformación del régimen cubano se desenvuelva pacíficamente. Entre ellas, la existencia de una importante colonia de españoles en la isla que debe proteger y la importancia de unas relaciones comerciales y económicas que le interesa preservar y potenciar. «Es la primera vez que la UE, en la historia de sus relaciones [con Cuba], negocia el paquete completo de sus vínculos en 25 años. Lo que hay que resaltar es la importancia de la negociación misma (...) Era difícil prever que Cuba negociara con la UE estando vigente la Posición Común [que condiciona la cooperación a la isla a avances en derechos humanos], y eso está pasado ahora», afirma el politólogo cubano Eduardo Perera.

Por ahora, los europeos parecen tener la ventaja en el calendario, pues se involucraron antes en la senda de la normalización y los puntos de discordia son mucho menos numerosos que los que tienen los dos viejos enemigos de la Guerra Fría.

Los estadounidenses están en vías de restablecer relaciones diplomáticas con Cuba, con una reapertura de embajadas en abril. Sin embargo, algunos asuntos como el levantamiento del embargo económico y las compensaciones por los bienes norteamericanos nacionalizados por la revolución de Fidel Castro están todavía lejos de ser resueltos. Aunque el acercamiento puede generar importantes recursos a nivel comercial y turístico, la gran beneficiada en la balanza sería la isla, que tras el declive de la economía venezolana ve cómo su gallina de oro se agota.

Peso comercial

Es evidente que los europeos ven a Estados Unidos como un aliado, pero también como un competidor en términos de inversiones e intercambio comercial con Cuba. Es un interés político, pero también claramente económico. Otra cosa es el peso estratégico. Tras el fracaso del bloqueo, Washington y Bruselas buscan cambiar las cosas desde dentro, introduciendo sus empresas. Ambos quieren marcarse el tanto de los derechos humanos y lograr mayores reformas. Parecen rivales en sus procesos de acercamiento a Cuba, pero sus esfuerzos conjuntos podrían servir para que el régimen comunista de la isla haga concesiones en materia de derechos humanos. La carrera ha comenzado y el botín es Cuba.