Política

Crisis en Egipto

La Justicia egipcia asfixia la economía de los Hermanos Musulmanes

Partidarios del depuesto Mohamed Mursi, frente a la mezquita Al Azhar, en El Cairo
Partidarios del depuesto Mohamed Mursi, frente a la mezquita Al Azhar, en El Cairolarazon

En un intento de asfixiar aún más a los islamistas, la Fiscalía egipcia ordenó ayer la congelación temporal de los fondos de más de catorce líderes de los Hermanos Musulmanes y de otros grupos que les apoyan.

En un intento de asfixiar aún más a los islamistas, la Fiscalía egipcia ordenó ayer la congelación temporal de los fondos de más de catorce líderes de los Hermanos Musulmanes y de otros grupos que les apoyan.

Desde que el presidente Mohamed Mursi fue depuesto por el Ejército, el pasado 3 de julio, las autoridades judiciales están llevando a cabo una campaña de persecución contra la Hermandad y sus aliados, que cada día se recrudece más. La Fiscalía los acusa de estar detrás de la violencia que estalló el pasado lunes junto a la sede de la Guardia Republicana, en El Cairo, donde murieron más de 50 manifestantes islamistas. Contra varios de los dirigentes ya se emitieron mandatos de busca y captura por ese mismo motivo y también por otras acusaciones, siempre relacionadas con la violencia, de la que las autoridades responsabilizan únicamente a los islamistas.

Por supuesto, el guía supremo de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, se encuentra entre los afectados por la congelación de fondos, y es ahora mismo el más buscado del grupo. Badie no se ha dejado ver en público desde que fue emitida una orden de arresto contra él hace unos días, pero se cree que se encuentra en el «búnker» que los islamistas han establecido en la plaza de Rabaa al Adawiya de El Cairo, al igual que el resto de dirigentes, que aún no han sido detenidos. Entre ellos está Mohamed el Beltagui que, en declaraciones a LA RAZÓN, dijo: «La represión sólo nos hará más fuertes y nos unirá». Beltagui se ha convertido en el portavoz oficial de los Hermanos desde ese refugio situado en medio del campamento de protesta de los seguidores del presidente Mursi.

También han sido congelados los fondos de figuras islamistas no relacionadas con el ex grupo gobernante. Entre los más destacados, Tarek al Zumur, de la formación radical Gamaa al Islamiya, y el líder salafista Hazem Abu Ismail, que se encuentra detenido. Todos los grupos islamistas, salvo el partido Al Nur –que ha aceptado colaborar con las nuevas autoridades–, están siendo blanco de ataques y tienen poco margen de maniobra más allá de Rabaa al Adawiya. La única manera de presionar y expresarse es a través de las manifestaciones en las calles, que han sido convocadas de nuevo para hoy. Aun así, los militares reiteraron ayer que ningún grupo político o ideología serán excluidos del proceso político.

Mientras, desde Europa la canciller alemana, Angela Merkel, apremió a la cúpula egipcia a poner en libertad a Mursi y posibilitar un regreso al marco constitucional que implique a «todos los grupos de la población».

«El presidente Mursi debe ser liberado», afirmó la canciller en una entrevista. También la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común europea, Catherine Ashton, avisó ayer de que Egipto debe celebrar elecciones democráticas «lo más pronto posible», informa Efe.