Boston

Las visitas en la cárcel del terrorista de Boston no serán confidenciales

El FBI tendrá que estar presente

Un agente del FBI tendrá que estar presente en las reuniones entre Dzokhar Tsarnaev, detenido por su supuesta responsabilidad en el atentado contra el maratón de Boston en 2013, y su abogado, cuando en la visita al supuesto terrorista también participe alguna de sus hermanas.

Un agente del FBI tendrá que estar presente en las reuniones entre Dzokhar Tsarnaev, detenido por su supuesta responsabilidad en el atentado contra el maratón de Boston en 2013, y su abogado, cuando en la visita al supuesto terrorista también participe alguna de sus hermanas.

De esta forma, los fiscales estadounidenses argumentan que "no se debe tratar como reuniones confidenciales entre abogado y cliente", ya que los agentes deben asegurarse de que ninguna de las partes pueda "solicitar o fomentar actos de violencia u otros delitos".

Así responden los fiscales a una solicitud de los abogados defensores --realizada el pasado mes de octubre-- con la que buscaban "aflojar las restricciones a su comunicación"cuando se trate de un encuentro entre el acusado, de 20 años de edad, y los visitantes sociales.

Las visitas de las hermanas de Tsarnaev a la prisión, situada al oeste de Boston, donde se encuentra recluido en espera de juicio, no tienen derecho a las mismas garantías de confidencialidad como las que recibe de sus abogados, aunque estos últimos estén presentes.

Piden pena de muerte

La fiscalía de Estados Unidos pedirá que Dzokhar Tsarnaev sea condenado a la pena de muerte, según anunció a finales de enero el Departamento de Justicia norteamericano.

Las autoridades consideran a Dzokhar Tsarnaev y a su hermano, Tamerlan, responsables de las dos explosiones en la recta de llegada del maratón que causaron tres muertos y 250 heridos el pasado 15 de abril. También estarían detrás de la muerte de un agente de seguridad durante la persecución policial en la que terminó perdiendo la vida el hermano mayor.

Dzokhar Tsarnaev se declaró no culpable de los 30 cargos federales que pesan sobre él y de los cuales 17 podrían acarrear por sí solos la pena de muerte.