Leopoldo López, fuera de la lista de 39 presos políticos excarcelados en Venezuela

El Tribunal Supremo impone medidas cautelares a los excarcelados, entre ellos Daniel Ceballos.

De nuevo los presos políticos utilizados como moneda de cambio. El presidente venezolano Nicolás Maduro acaba de ser reelegido de una manera fraudulenta, el pasado 20 de mayo. Y nada más tomar posesión del cargo –vía express– llamó a un nuevo diálogo, consciente de que necesita validar su mandato con apoyos dentro y fuera del país. Es por esto que Maduro muestra ahora su lado más amable, liberando políticos y estudiantes. Sin embargo, detrás de ese gesto esconde un mazo de espinas.

El Gobierno venezolano anunció la liberación a partir de ayer un nuevo grupo de opositores presos, en cumplimiento de una promesa hecha por Maduro. «El presidente cumplirá (...) con su palabra, de manera que mañana (viernes), a partir de las doce del mediodía, comenzará a hacerse efectivo este proceso», dijo el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, en la televisora gubernamental. Poco después el Tribunal Supremo de Justicia informaba de la liberación de 39 presos. «Para este grupo de personas, fueron otorgadas medidas tales como: libertades plenas, medidas cautelares de presentación cada 30 días y prohibición de salida del país, fórmulas alternativas de cumplimiento de pena, entre otras», rezaba el comunicado. Entre los liberados no se encontraba Leopoldo López pero sí el del ex alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos. Además, entre otros, han sido liberados Yessica Cordero, Ramón Ruiz, Yancer Soto, Diego Medrano, Jorge Galán, Luis Orozco, Luis Acosta, Hoffman Díaz, Junior Pérez, Gabriel Vega y Alexis Alcalá.

Que nadie se engañe, estas liberaciones ya ocurrieron antes –suele hacerlo en Navidad–. Además es fácil volver a llenar la cárcel de nuevos líderes y jóvenes. Los presos políticos son además utilizados para dividir a la oposición. El mandatario asegura que seguirá liberando presos, si la oposición reconoce su gobierno y presentaba una lista de candidatos –para ser excarcelados–. Una trampa en la que por el momento, la MUD –en proceso de restructuración– y el Frente Amplio, no han caído.

Además, estas excarcelaciones son gestionadas por la denominada Comisión de la Verdad creada por el régimen para otorgar beneficios procesales por «delitos relacionados a violencia política», recordó Rodríguez. Una comisión formada por la Asamblea Constituyente, tampoco reconocida por la oposición. Un órgano paralelo que opaca a la verdadera Asamblea Nacional, donde el chavismo no cuenta con apenas diputados.

«Así que a partir de mañana
–ayer– (...) se iniciará el proceso de beneficios para estos venezolanos», insistió el ministro tras una reunión entre Maduro y cuatro gobernadores opositores, quienes serán los garantes del proceso. Por lo pronto el bolivariano ya consiguió que estos gobernadores acudieran a Palacio de Miraflores y se sacaran la foto de rigor, estrechando la mano de los opositores, ofreciendo dinero para sus estados y liberaciones.

El jueves Maduro envió un mensaje de Twitter en el que dijo: «Tiendo mis manos para transitar el único camino que necesita Venezuela, el camino del diálogo, del acuerdo, del trabajo, del patriotismo, de la defensa verdadera de los intereses del pueblo para poder avanzar todos juntos hacia la Venezuela próspera». «Creo que el futuro de nuestro país está en manos de todos, de los que pensamos de una forma y de los que piensan de otra» añadió.

Un mensaje totalmente distinto al que sostuvo durante las protestas del año pasado, cuando murieron cerca de 200 estudiantes. Una veintena de manifestantes que permanecían detenidos desde abril pasado fueron liberados el 25 de mayo, tras la oferta de Maduro de excarcelar a adversarios presos. También quedaron «sujetos a medidas cautelares».