Francia
Los «chalecos amarillos» se desinflan en vacaciones
Escasa participación en el séptimo sábado de protestas, pero llaman a la movilización en Nochevieja en París
Escasa participación en el séptimo sábado de protestas, pero llaman a la movilización en Nochevieja en París.
En plenas vacaciones navideñas, la séptima jornada de movilización de los «chalecos amarillos» se desarrolló ayer con una baja participación en Francia y con pocos incidentes a señalar al cierre de esta edición, a excepción de unas decenas de detenidos en París, Toulouse, Nantes y Rouen y algunas carreteras cortadas en el sur. Lo más destacable fue el arresto de tres manifestantes en Angulema por escenificar la decapitación de Macron. Un juez de instrucción debe determinar en las próximas horas si continúa el procedimiento por incitación al odio. Esta teatralización, con hachas y sangre falsa incluidas, tuvo una gran repercusión en redes sociales con condena explícita en Twitter del primer ministro, Edouard Philippe, que ha criticado la banalización de gestos violentos.
Varios miembros del movimiento han justificado que la baja movilización de «chalecos» de ayer se debe a las fiestas de Navidad y Año Nuevo, pero aseguran que «en enero volverán las fuertes movilizaciones» en contra de la política fiscal y social del presidente. Será entonces cuando se pongan a prueba las medidas anunciadas por Macron el día 10 de diciembre en su discurso televisado a la nación para aplacar esta crisis, entre ellas, la subida de cien euros del salario mínimo o la rebaja fiscal a pensiones de menos de 2.000 euros mensuales.
Pero si algo preocupa en lo inmediato al Ministerio del Interior es la fecha de mañana, el 31 de diciembre por la noche, cuando miles de personas se concentren como cada año en los Campos Elíseos y los alrededores de la Torre Eiffel para despedir 2018. Según se acerca la señalada fecha, se multiplican las convocatorias de «chalecos» en redes sociales para manifestarse o hacer «actos» reivindicativos, conscientes de la vitrina que esa noche supone la avenida más emblemática del mundo. De momento las autoridades municipales no han cancelado ninguno de los actos festivos, incluidos los fuegos artificales, que esa noche hay programados en París para despedir el año.
Aunque hasta ahora el apoyo de la opinión pública a los «chalecos» ha sido mayoritario, los últimos sondeos han ido mostrando cierta erosión, especialmente tras los anuncios de Macron. A las divisiones dentro del movimiento, entre los más radicales que piden la dimisión del presidente y los más moderados que llaman al diálogo con el Gobierno o a la canalización del movimiento en un partido político, hay que añadir ahora una verdadera contestación ciudadana que se prepara contra los propios «chalecos».
El movimiento de los «Fulares rojos» en apoyo a Macron saldrá a las calles de París el 27 de enero denunciando las «fakenews» que alientan a radicalizar la oposición en la calle al Gobierno. Varios movimientos están detrás de esta convocatoria, entre ellos un colectivo que lleva por nombre «Stop, ahora, ya vale». Es fácil pronosticar que una ciudad como París, donde se han sufrido los daños de las movilizaciones durante las pasadas semanas, esta convocatoria tendrá amplia repercusión. La duda, como siempre en el caso del actual presidente, es si tendrá alguna repercusión en la llamada Francia olvidada, esa que sigue mirando con recelo al Elíseo.
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