Maduro lanza un ultimátum a los mayoristas ante la escasez

La imagen del presidente Nicolás Maduro, crucifijo en mano, diciendo «vampiros no pasarán» resume los tiempos de terror que vive Venezuela, donde lobos oligarcas atentan contra la corona chavista y donde los ciudadanos deambulan como zombis en busca de comida. El vade retro del bolivariano escenifica también sus temores. Acaba de llegar de una gira por los países amigos en busca de financiación y acuerdos para frenar la caída del crudo y, aunque se esmere por demostrar lo contrario, volvió con la frente marchita y las manos vacías. «Aquí venimos, recargados de fuerza. Vamos a rendir cuentas a quien tenemos que rendir cuentas, al pueblo de Venezuela, a los consejos presidenciales de gobierno popular y al pueblo. Y, además de rendir cuentas, a asumir los compromisos que hay que asumir en la batalla de este año 2015», expresó el mandatario, quien agradeció al país por haber enfrentado y derrotado a la «derecha golpista» durante su ausencia. Después de ofrecer unas breves palabras, el presidente se colocó como conductor de un autobús que sirve de transporte público, que abordaron varios ministros y otros funcionarios, y condujo unos 40 kilómetros, desde el aeropuerto internacional hasta el palacio presidencial de Miraflores, donde ofreció un discurso. Nuevamente, llamó a los empresarios a trabajar junto a su equipo de Gobierno, «el que quiera trabajar, bienvenido. Una vez más, a la revolución le toca enfrentar disyuntivas existenciales: o nosotros avanzamos por el camino del socialismo productivo, o acabamos las mafias criminales, o esas mafias pudieran acabar la revolución bolivariana de Chávez». Maduro salió del país el 5 de enero con destino a Rusia –en dos ocasiones–, China, Irán, Arabia Saudí, Qatar, Argelia y Portugal, en una gira internacional en la que trató de conseguir financiación para la economía venezolana, así como formar un frente común para tratar de reflotar los precios petroleros. Durante la gira oficial, se registraron impactantes imágenes de las cada vez más largas filas para conseguir alimentos. Los venezolanos están desesperados por hallar productos básicos entre los estantes vacíos de los supermercados. La actual crisis es la más terrible desde el golpe de 2002. Esto motivó que el líder opositor y ex candidato presidencial Henrique Capriles exhortara a Venezuela a reaccionar. «Llegó el momento perfecto para cambiar al Gobierno». Posteriormente convocó a los ciudadanos a marchas en todo el país.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo hoy que el próximo martes, cuando haga su comparecencia para la rendición de cuentas ante el Parlamento, anunciará un grupo de medidas para “acelerar” la transición económica al “socialismo productivo”.